Olivares de la Sierra de Segura

Olimerca.- Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén acaba de hacer una estimación acerca de la futura cosecha olivarera y el balance no puede ser más preocupante: Se espera unas pérdidas de más de 1.000 millones de euros, respecto a la última, a causa de la extrema sequía que padece el campo jiennense.

La organización prevé una producción de 230.000 toneladas frente a las 499.796 toneladas obtenidas en la campaña 2021/2022.

Si persiste la sequía los olivares de la provincia dejarán de producir 270.000 toneladas de aceite de oliva. Esto implica que, con los precios de mercado actuales del aceite de oliva, el sector dejará de percibir más de 1.000 millones de euros, cifra a las que hay que sumar la derivada de los ingresos por la venta de los subproductos del aceite, que consecuentemente también se reducirán.

Aunque la organización prevé una cosecha similar a la de la campaña 2014/2015, que es la más baja de la última década, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Higinio Castellano, puntualiza que el problema no se agravaría más si cesan las olas de calor y, sobre todo, si se registran copiosas precipitaciones antes de la recolección. Y aclara que la situación no es uniforme, aunque alude al estado preocupante del olivar de secano.

La incidencia de la sequía en la próxima cosecha llega, además, según indica Castellano, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, en especial del de los carburantes y de la energía eléctrica. De ahí que Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén demande apoyo y ayudas al sector, como la reducción de la fiscalidad de carburantes, energía eléctrica, abonos y fitosanitarios, así como la modernización de los regadíos y la exención por sequía del canon del agua para el olivar.