Olimerca.- Una vez más las normas sanitarias de Estados Unidos vuelven a poner en jaque a las empresas exportadoras de aceite de oliva que entran en su mercado.

En esta ocasión, y tal como adelanta la publicación Olive Oil Times, la firma Deoleo ha vuelto a sufrir la paralización de unas pequeñas partidas de aceite de oliva virgen extra envasado de las marcas Bertolli y Carapeli, por presentar “trazas” de los fungicidas trifloxistrobina y tebuconazol - dos pesticidas que los EE.UU. no permite en el aceite de oliva.

Estos dos fungicidas, fabricados por la multinacional Bayer, son utilizados para el control del repilo o de la aceituna jabonosa en el olivar y están perfectamente autorizados por la normativa europea comunitaria; además su uso no sólo se limita al olivar, sino que está permitido en otros cultivos de gran valor.

Lo más curioso es que mientras que la legislación americana prohíbe su uso en el olivar, un cultivo minoritario en este país, con un consumo en aumento año tras año, lo autoriza para otros cultivos como el maíz de los que son de los primeros países productores a nivel mundial.

Desde Deoleo han confirmado a Olimerca que la entrada de estas dos pequeñas partidas de aceite se habrían producido en el mercado de Estados Unidos por un error logístico, por lo que han procedido de forma inmediata a su retirada.

En este punto, desde Olimerca seguimos haciendo especial hincapié en la urgente necesidad de armonizar las normativas fitosanitarias en todos los países productores y consumidores de aceite de oliva, precisamente porque lo más importante es el consumidor.

Aunque desde el Consejo Oleícola Internacional ya se está trabajando en este sentido desde hace tiempo, hay que seguir insistiendo en la unificación de los criterios legislativos en todos los ámbitos de la producción y la comercialización del aceite de oliva.

Noticias como éstas vuelven a generar alarma social, vuelven a crear inseguridad jurídica a las empresas y sobre todo confusión en el consumidor, que al final se decantará por los aceites de semillas de los que nunca tienen noticias como las que hoy nos ocupa.

Todos los consumidores, sean del mercado que sean, tienen derecho a acceder al mejor aceite de oliva, con las máximas garantías sanitarias, y en ese derecho entra también el que nadie pueda jugar con las armas de la salud para desprestigiar a la competencia.

Por último, animamos a nuestros lectores a que manifiesten su opinión al respecto a través de las redes sociales Twitter @revistaolimerca y Facebook.