Olimerca.- Los productores de aceite de oliva australianos se enfrentan a un gran problema para certificar la calidad de su producto. Y es que, como ya publicábamos esta semana, el COI ha retirado la autorización a su panel de cata (ver noticia aquí) y no podrá volver a solicitarla hasta el próximo año.

Esto obliga a los productores a salir de sus fronteras en busca de paneles que acrediten la calidad de sus vírgenes extra si quieren ponerlos en el mercado exterior, con el consiguiente gasto económico que les supondrá. Los paneles sensoriales acreditados por el COI más cercanos se encuentran en Argentina, Chile, Japón, Uruguay o Estados Unidos.

Para aliviar algo dicha carga económica, Olive Oil Review señala que desde hace cinco años se vienen recaudando fondos económicos para los olivicultores que podrían contribuir a gestionar el gasto de este tipo de pruebas. Es ahí donde entra la Horticulture Innovation Australia (HIA), que quizás pueda ofrecer a los productores australianos, en particular a los exportadores, financiación para las pruebas organolépticas y que puedan certificar legalmente sus aceites como virgen extra.

De este modo, se anima a los productores a ponerse en contacto con HIA para averiguar cómo se pueden acoger a este tipo de financiación.