Linea de envasado

Olimerca.- El compromiso de la industria y la cadena alimentaria con la seguridad alimentaria es patente, pero en estos momentos de crisis sanitaria para luchar contra el coronavirus parece conveniente extremar toda precaución a este respecto.

Así, la autoridad europea para la seguridad de los alimentos (EFSA) ya ha explicado que no existe ninguna evidencia de que los alimentos sean un vehículo de transmisión del COVID-19. No obstante, es responsabilidad de todos extremar las medidas para asegurar la inocuidad de los alimentos.

El responsable de seguridad alimentaria de AINIA, Roberto Ortuño, destaca en primer lugar, disminuir el virtual riesgo de cualquier otro tipo de contaminación, ya que un brote en estos momentos (como el de la carne mechada, por ejemplo) tendría consecuencias muy superiores a las de otras situaciones. En segundo lugar, garantizar el suministro: La cadena alimentaria no puede fallar en una situación tanta complicada como la que estamos viviendo. Un objetivo prioritario es preservar la salud de los trabajadores. Por último, prevenir cualquier posibilidad de que el COVID-19 llegue a los productos”.

La higiene, el aspecto más relevante en la industria alimentaria ante el COVID-19

Las prácticas de higiene más importantes en la situación actual son:

  • Asegurar que el personal esté capacitado adecuadamente en higiene alimentaria.
  • Asegurar una supervisión efectiva del personal para reforzar las prácticas de higiene.
  • Proporcionar las instalaciones correctas, por ejemplo, lavado de manos, baños…; para que el personal pueda practicar una buena higiene.
  • Asegurarse de que el personal no tiene ningún signo o síntoma físico antes de comenzar a trabajar o mientras están en el lugar de trabajo.
  • Lavarse las manos adecuadamente al inicio de la jornada laboral o al reincorporarse al puesto tras una ausencia y en especial:
    Antes de comenzar a trabajar.
  • Después de haber hecho uso del WC.
  • Tras haber manipulado alimentos crudos y antes de manipular alimentos listos para el consumo.
  • Tras toser, estornudar, tocarnos la boca, nariz, fumar o comer.
  • Después de manipular cartones, envases o embalajes sucios, o haber manipulado desechos, basuras, etc.
  • Tras haber tocado objetos como dinero, teléfonos, cajas registradoras, etc.
    Después de comer, beber o fumar.
  • Después de las tareas de limpieza.
  • En caso de usar guantes estarán en adecuadas condiciones de higiene y limpieza, no eximiendo al manipulador de lavarse los guantes de las manos tantas veces como sea necesario o de sustituirlos. Recordemos que el guante de látex no es adecuado para la práctica alimentaria por el riesgo de originar reacciones alérgicas en los consumidores.
  • La ropa de trabajo se guardará en taquillas separadas o en compartimentos separados de la ropa de calle. No se vendrá con la ropa de trabajo desde casa y no se saldrá al exterior con la misma.
  • Los manipuladores no deben fumar, masticar goma de mascar, comer en el puesto de trabajo, estornudar o toser sobre los alimentos ni realizar cualquier otra actividad que pueda ser causa de contaminación de los alimentos.
  • No permitir el acceso a las instalaciones a aquellas personas ajenas a la empresa que no lleven la vestimenta adecuada (uso de bata, protectores de calzado, cubrecabezas, etc.)
  • No se debe salir al exterior (a la calle, al bar, etc.) ni zonas próximas del recinto (escalones, etc.) con la ropa de trabajo. El uniforme es exclusivo para el puesto de trabajo y el manipulador debe cambiarse en el establecimiento.