Olimerca.- Nuevas voces se alzan en contra del sistema Nutri-Score de etiquetado frontal desarrollado en Francia, que cataloga las bondades nutricionales de los aceites de oliva, otorgándoles la calificación “C”, donde “A” corresponde a los alimentos con mejor calidad nutricional y “E” para los que suspenden en este baremo. Una categoría que comparte con otros dos aceites vegetales, el de colza y el de nuez.

Paula Crespo, coordinadora del Grado de Nutrición y Dietética de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, afirma que “resulta confuso para la población”, añade que “el sistema Nutri-Score, que en los estudios científicos ha demostrado ser una herramienta muy útil para el consumidor, no debería dar lugar a dudas con un alimento como el aceite de oliva, del que un adulto español puede consumir al día apenas tres cucharadas soperas”.

“Si algo hemos aprendido en estas últimas décadas, es que los aceites de oliva no son precisamente los causantes de la epidemia de obesidad que padecemos en el mundo desarrollado. Es más, estamos viendo como en España y otros países mediterráneos, el abandono del patrón de alimentario de la dieta mediterránea podría ser el germen de los problemas de salud en una parte importante de la sociedad”, destaca Crespo.

Una parte importante de la comunidad científica en España asiste con perplejidad al debate que se ha generado en torno a este etiquetado

Por su parte, médicos como Fernando López Segura, investigador del IMIBIC (Instituto Maimónides de Investigación Biomédica) e internista en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, que lleva décadas trabajando en la relación entre alimentación y salud en nuestro país, destaca que “ahora, más que nunca, sabemos que no todas las grasas son iguales. Otorgar una “C” a los aceites de oliva es menospreciar su aportación a una dieta sana y equilibrada”.

Por su parte el sector, agrupado en la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, no se resigna a ver como el sistema denigra nuestro alimento, asegura Pedro Barato, presidente de la Organización: “¿Qué va a pensar el consumidor de un alimento, los aceites de oliva, que obtiene peor calificación que otros alimentos a los que se denominan comida basura? Podemos llegar a generar una enorme confusión”.

Por esa razón, añade, “nosotros, como sector, abogamos por una regulación europea de los sistemas de información al consumidor. Un único modelo, basado en principios científicos sólidos. Lo que no es de recibo es que convivan cuatro, cinco o seis sistemas distintos en Europa”.

Proyecto europeo sobre etiquetado nutricional
La Unión Europea trabaja en un proyecto sobre etiquetado nutricional en la parte delantera del envase (FOPNL) que trataría de armonizar la información que recibe el consumidor. Porque, como destaca el presidente, de la Interprofesional, siempre es positivo que el consumidor tenga herramientas que le ayuden a comer mejor.

Afirma que “para ello debemos presentar escenarios realistas sobre qué come un español y cómo lo hace. Y un español consume de media menos de tres cucharas de aceites de oliva al día. ¿Creen que, con esas cantidades, estamos generando un problema de obesidad en nuestra sociedad? O, por el contrario, ¿son un factor positivo de prevención de enfermedades como la diabetes o los accidentes cardiovasculares? Tenemos que dejar de hablar ya del dichoso algoritmo, que trata de hacer equilibrios imposibles entre los requerimientos de todas las partes y dejar hablar a la ciencia”.