Olimerca.- La nueva PAC, que entrará en vigor el 1 enero de 2023 y será de aplicación hasta 2027, supondrá un cambio de escenario mucho más verde y con más requisitos para acceder a las ayudas, y que, como en el resto de sectores, tendrá sus repercusiones también en el cultivo del olivar, un cultivo que supera en Andalucía los 1,6 millones de hectáreas, de las que 700.000 pueden llegar a perder más del 25% de sus actuales ayudas. 

Así se ha puesto de manifiesto en la jornada técnica que Asaja-Sevilla ha celebrado en el Centro Guadiamar que gestiona en Huévar del Aljarafe, una jornada que ha contado con la tradicional colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur y a la que han asistido más de 100 agricultores.

En ella han seañalado que no sólo perderán los olivareros, en esta PAC pierden muchos más sectores en Andalucía. Si el Ministerio de Agricultura no modifica el Plan estratégico de la PAC y no recoge las aportaciones presentadas por el sector agrario y por la Consejería de Agricultura, las pérdidas en Andalucía ascenderán a 500 millones de euros y la provincia de Sevilla será la que más las sufra. Se estima que los agricultores y ganaderos sevillanos perderán más de 260 millones de euros (52 mill. euros/año).

El encuentro ha sido inaugurado por la alcaldesa del Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe, María Eugenia Moreno; la presidenta del IFAPA, Lourdes Fuster; la directora general de Ayudas Directas y de Mercados, Consolación Vera, y el Secretario General Técnico de ASAJA-Sevilla, Eduardo Martín.

A continuación, ha abierto el turno de conferencias técnicas Antonio Alcántara, jefe del Servicio de Seguimiento de la PAC de la Secretaría General de Agricultura, quien ha informado con detalle sobre la nueva PAC 2023 y los cambios introducidos: condicionalidad, figura de agricultor activo, … y ha lamentado el agravio que generará en Andalucía el modelo de regionalización, o la puesta en marcha de los ecoregímenes, prácticas muy exigentes que, aunque voluntarias, pueden hacer perder el 23% de las ayudas si no son puestas en marcha. De hecho, para la provincia de Sevilla las mayores pérdidas vendrán derivadas de estos ecoesquemas, que pueden hacer perder 71 euros por hectárea, la mitad de las ayudas actuales.