Olimerca.- La Comunidad de Madrid, como otras tantas en España, están sufriendo un importante periodo de sequía que tendrá sus consecuencias en la agricultura. Concretamente, en el olivar madrileño se prevé que la falta de precipitaciones haga caer la cosecha un 30% con pérdidas de hasta 3 millones de euros, según los cálculos de Asaja Madrid.

Ante esta situación, insta a las autoridades a que se aborden con urgencia una batería de medidas que permitan paliar desde un prisma administrativo las consecuencias de la sequía y que aporten estabilidad y tranquilidad a miles de agricultores y ganadores afectados.

La principal medida para la asociación madrileña pasa por el pago con la máxima cuantía del anticipo de la ayuda PAC (Política Agraria Común) correspondiente a 2019. Del mismo modo, considera esenciales la implementación de otra serie de medidas económicas y fiscales que van desde la puesta en marcha de reducciones fiscales en el IRPF hasta la exención en el pago de cuotas a la Seguridad Social, pasando por la exención del pago de tasas por servicios agroganaderos.

También se invoca la posibilidad de que los sectores agrario y pecuario puedan acceder hasta 25.000 euros de ayuda a través del programa de “ayudas de mínimis” de la Unión Europea.

Desde Asaja Madrid valoran que se ponga en marcha un programa de préstamos subvencionados con el aval de la Administración, ya sea Autonómica o Central, que permitan refinanciar las explotaciones agrícolas y ganaderas, así como su capital circulante.

Asimismo, solicita una moratoria en el pago de todos los préstamos oficiales y, en el campo de los seguros agrarios, una rápida actuación que permita la tasación y el pago de los daños de manera inmediata. La asociación considera muy relevante que también exista una ayuda directa a la hora de la contratación de seguros que permitan atenuar las consecuencias de la falta de precipitaciones.

Además, dada la falta de lluvias de los últimos ejercicios, en Asaja Madrid se considera muy pertinente que se faciliten y se agilicen las solicitudes para las aperturas de nuevos pozos.  Para el colectivo ganadero, además, propone un apoyo específico debido a los mayores costes que plantean el abastecimiento de agua y alimento y la necesidad de hacer inversiones específicas derivadas de la sequía.