Olimerca.- Los consumidores italianos prevén que su ingesta de aceite de oliva virgen extra aumente un 6% en la próxima década. Así se desprende de un estudio de la Confederación Italiana de Agricultura en colaboración con la consultora Nomisma.

Según dicho informe, el aumento de la demanda de este producto se dará incluso a pesar de que se prevé que el gasto del consumidor se reduzca en un 10% en las próximas tres décadas, una disminución que se verá reflejará por la caída de de la población en Italia, pero que demuestra el aumento del interés por el aceite de oliva virgen extra para una nueva generación de consumidores.

También se espera que el consumo de productos ecológicos en Italia aumente hasta un 44% en 2050

Este informe pone de manifiesto que anticiparse al comportamiento del consumidor es fundamental para las empresas agrícolas, que puede prepararse hacia los cambios de la nueva demanda. Apunta que, como ya sucedió en el pasado, frente a una caída en la demanda interna, la supervivencia de las empresas pasa de la capacidad de recurrir al mercado extranjero, cambiar la estructura de la empresa al orientarse hacia cultivos más cercanos al consumidor, para desarrollar nichos de productos capaces de satisfacer la demanda de segmentos de consumidores específicos.

Sector estratégico
Este trabajo también analiza la situación que ha vivido el sector agroalimentario italiano durante los peores momentos de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, poniendo de manifiesto la naturaleza estratégica este sector. Y es que el consumo de alimentos y bebidas ha sido y sigue siendo uno de los pocos que han registrado variaciones positivas, demostrando ser anticíclico en comparación con otras cadenas de suministro.

Mientras que las ventas de productos no alimentarios se desplomaron (-22% en valor en el primer trimestre del mismo período de 2019 e incluso -52% solo en abril ), las ventas de alimentos registraron un aumento de + 5% respectivamente en primeros cuatro meses de 2019 y + 6% en abril.

Concretamente, el período de mayor emergencia, es decir, entre el 17 de febrero y el 24 de mayo, las ventas de alimentos en la distribución a gran escala crecieron un 13%, impulsadas por los productos básicos de la cadena de suministro agroalimentario Made in Italy.