Recolectando aceituna

Olimerca.- Poco o muy poco efecto ha tenido en el sector del aceite de oliva los datos de Aforo elaborados por los técnicos de la Junta de Andalucía. Ya todos los operadores tenían muy claro que nos enfrentamos a una muy buena cosecha y que España se convertirá en el timón del mercado internacional en los próximos meses, ante las nefastas campañas en otros países del arco mediterráneo.

Ahora, el mayor problema que tienen los productores de aceite de oliva es cuando van a poder iniciar la recolección de la aceituna, en un marco donde las lluvias de las últimas dos semanas parece que no han dado tregua en muchas zonas olivareras. Y las pocas aceitunas que se están recogiendo presentan retrasos en la maduración y menores rendimientos de aceite.

De hecho, cunde cierto pesimismo en el sector sobre si vamos a poder llegar a mediados de noviembre con el aceite viejo disponible, ya que cada día que pasa lloviendo es un día perdido de molturación y de obtención de aceite nuevo.
Es por ello, que los productores en estos momentos prefieren aguantar sus existencias y se resisten no sólo a bajar el precio ante el gran cosechón que se avecina; sino que se resisten a vender sus cortas existencias dado que confían que podría producirse un ajuste al alza si las necesidades de otros operadores de otros países llegasen a España con necesidad de comprar.

Y es que la última semana del mes de octubre (del 23 al 27) ha sido constatable la tensión entre la oferta y la demanda. Mientras que los industriales envasadores presionan a la baja en sus operaciones de compra de aceite de oliva, la oferta sigue en sus trece en no ceder en sus posiciones dadas las mínimas cantidades ya disponibles.

Ahora toca esperar si las aguas vuelven a su cauce, a medida que se generalice la llegada del aceite de oliva nuevo.