En el centro, la investigadora Carmen Martínez, y la vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC, Ángela Ribeiro. Foto: CSIC.

Olimerca.- Los viveros A Revolta (A Coruña) y Costa de Lóngaras (Lugo) ya tienen licencia para comercializar las dos primeras variedades de olivo gallego, Brava gallega y Mansa gallega, tras firmar un contrato de transferencia de material con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El contrato tendrá una duración de tres años, pudiendo ser prorrogado por las partes. Contempla que el CSIC ponga a disposición de los viveros los conocimientos técnicos y el know-how relacionado con el material vegetal que pueda ser necesario para su multiplicación y explotación comercial por parte de las citadas empresas. Asimismo, el contrato indica que el registro de ese material en los distintos territorios como variedad comercial, protegida o como marca, se realice en nombre del CSIC.

Brava gallega y Mansa gallega fueron reconocidas oficialmente en octubre de 2017, tras seis años de investigación. Desde hace dos años, los científicos del CSIC responsables del trabajo del olivo autóctono gallego cuentan para este proyecto con el apoyo y financiación de la Fundación Juana de Vega. Como resultado de dichas investigaciones, el CSIC es propietario de diversos ejemplares seleccionados y ampliamente estudiados, de distintas variedades de olivo autóctonas de Galicia, siendo Brava Gallega y Mansa Gallega las primeras en ser comercializadas.

Aunque el material vegetal transferido en este momento saldrá al mercado como planta estándar, ha sido sometido a los análisis de virosis que marca la normativa y se garantiza que la planta entregada está libre de virus. Tanto para estas dos variedades como para las que serán transferidas en el futuro, en colaboración con la Xunta de Galicia y el Ministerio, se iniciará el proceso de certificación pertinente, que marca la normativa legal y que tiene una duración mínima de cuatro años.

El acto en el que se ha dado a conocer esta noticia ha contado con las intervenciones, por parte del CSIC, de la vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento, Ángela Ribeiro Seijas; del delegado institucional en Galicia, Eduardo Pardo de Guevara y Valdés; y la jefa del grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia, Carmen Martínez Rodríguez. Por parte de la Fundación Juana de Vega, su presidente, Enrique Sáez Ponte. Por parte de la Asociación de Viveristas del Noroeste (ASVINOR) su director técnico, Santiago Ramos. Por parte de Asociación de Productores de Aceite de Oliva de Galicia (APAG) su portavoz y miembro de la directiva, Elvira Blanco.