Bodega de cooperativa

Olimerca.- Verano movido en el sector del aceite de oliva, si la semana pasada hablábamos de la constitución de una sociedad cooperativa en el sector de las almazaras industriales, para crear una estructura comercializadora de graneles, hoy tenemos que hablar sobre el nuevo, o viejo, proyecto que se está negociando en estos días en el contexto de las más importantes cooperativas andaluzas.

Con la situación que se arrastra desde hace meses de precios bajos en el aceite de oliva en el mercado español, debido a las altas producciones tanto en España como en otros principales países productores de todo el mundo, y con un  almacenamiento privado de 200.000 toneladas que apenas ha tenido repercusión en las cotizaciones en origen, los principales líderes cooperativistas, una vez más, vuelven a estudiar la creación de un grupo comercializador que agrupe volúmenes y esfuerzos para la comercialización de graneles, preferentemente en el mercado exterior, donde el futuro del aceite de oliva es más prometedor.

Este grupo comercializador parece que ya cuenta con un importante apoyo desde Andalucía, aunque de cara al futuro, sus promotores defienden que sería más apropiado que la misma sea de carácter nacional y que haya un compromiso firme de continuidad para los próximos años.

La idea es que las cooperativas de base se comprometan con este proyecto para entregar todos los años parte de sus aceites a granel, que tendrían como destino el exterior.

Aprender del pasado
En este contexto actual, cabe recordar la iniciativa que se puso en marcha en el 2000, bajo el nombre de Cecasa, en la que se implicaron grupos como Dcoop, Jaencoop o Interóleo Picual, junto a otras cooperativas, agentes del sector y entidades financieras y que finalmente se vieron abocadas al cierre

Recordar que Cecasa se creó con un capital de 4,3 millones de euros-, desembolsado en un 68% por cooperativas y almazaras, mientras que el resto correspondió a una docena de entidades financieras. Unas 250 cooperativas y almazaras de las comunidades de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, se adhirieron a Cecasa, hasta llegar a representar el 60% de la producción nacional en ese momento.

Especial atención hay que tener con todos los aspectos referentes a la seguridad jurídica en toda la cadena, para evitar fallos y parones como el del 2002 del Tribunal de la Competencia que emitió un díctamen denegando la autorización, aunque en el 2010 el Tribunal Supremo juzgó y autorizó a operar a Cecasa.  Por ello, sería muy recomendable que en estos momentos sería adecuado recuperar esta estructura comercializadora y que debería de contar con el apoyo de las distintas administraciones, para no volver a tropezar en la misma piedra.

El sector en su conjunto necesita de estructuras sólidas y fuertes, junto con seguridad jurídica para poder competir en los mercados exteriores y que además tenga capacidad para dar respuesta a las necesidades de los distintos operadores del retail con precios justos y estables.