La satisfacción del consumidor con el aceite de oliva un 8,3 de media.

Olimerca.- Parte de los hogares españoles han dejado de ser fieles a una misma marca de aceite de oliva y ésta ha perdido valor en la decisión de compra. Según un estudio sobre percepción e imagen del aceite en los hogares compradores, encargado por la Consejería de Agricultura de Andalucía y realizado por Kantar Worldpanel en diciembre de 2018, entre 2013 y 2018, las personas que se consideran fieles a una única marca han pasado del 79% al 52%.

En 2013, un 50% de los hogares consideraba que las grandes marcas eran mejores que las de la distribución, mientras que en 2018 sólo el 34% mantiene esta opinión. Además, el porcentaje de los que van al punto de venta con la decisión de compra ya tomada ha bajado del 63% al 40%.

Este estudio revela también que el 86,2% de los hogares considera al aceite de oliva un “producto indispensable” en la cocina y, a pesar de que ya no es un producto banal para el consumidor, la variable precio sigue suponiendo el factor absoluto de compra. En este sentido, un 25,6% compra siempre la marca más barata que encuentre, porcentaje similar a los que reconocen que no les importa la marca en su decisión de compra (25,9%) y casi el 45% compra, de las marcas conocidas, la que esté en promoción.

Desde 2013 hay un cambio de tendencia en la percepción de las calidades de aceite de oliva, siendo sólo el 12% los que no aprecian la diferencias. Y a pesar de las marcas propias han dejado de tenerse en cuenta, aumenta el porcentaje de consumidroes (79%) que considera que no todas las marcas son iguales.

Otros datos relevantes:

  • El 65,5% de los hogares percibe que hay diferentes tipos de aceite de oliva.
  • El 60,9% manifiesta confiar en la consistencia del etiquetado.
  • Un 52% manifiesta fijarse en el origen del producto.
  • Un 24% señala que determinadas noticias negativas publicadas sobre el aceite de oliva ha afectado a su decisión de compra.
  • Un 38,4% decide en el mismo punto de venta la marca que va a comprar.

Satisfacción del consumidor 
La satisfacción del consumidor con el aceite de oliva es elevada, alcanzando un 8,3 de media (sobre 10). Las mayores percepciones negativas se dan en el segmento de los jóvenes (menos de 35 años) donde no están satisfechos el 12,5% de los mismos. Lo que menos les gusta es el precio, los sabores fuertes o amargos y las dudas sobre la veracidad del etiquetado. En todo caso su nota media para el producto sigue siendo alta (8,1). Por el contrario, los más satisfechos son los hogares de más de 50 años (sólo el 6,2% manifiesta su disconformidad con el producto).

La variable que más influye en las percepciones positivas son: el “sabor”, con cerca del 80% de las respuestas y los “beneficios saludables”, con el 17,2% de las respuestas. En este caso, el 80% de los encuestados son conscientes de que el aceite de oliva tiene propiedades cardiosaludables, el 79% valora sus propiedades nutritivas y el 74%  las antioxidantes, y sólo el 35% reconoce sus propiedades antiinflamatorias. 

Por el contrario, la variable que más contribuye a la percepción negativa es el precio (41,2%), seguido de la falta de información, el etiquetado confuso y la mala calidad en general, que suponen el 11,7% de las respuestas negativas. A ello se une el envasado en plástico, que hace que la imagen del producto empeore.

Este estudio pone de manificesto que en torno al 65% declara comprar “virgen extra”, caliad que tiene más importancia en los hogares con más miembros familiares.