Olimerca.- Ante la situación que vive el sector de la aceituna de mesa en relación a desajustes entre oferta y demanda, el abandono, la imposibilidad de recibir ayudas acopladas de la PAC, la pérdida de cuota de mercado en países como EEUU a causa de los aranceles, entre otros temas, desde Asaja Sevilla hacen sus propuestas para la reactivación y la mejora de las condiciones que vive el sector.

1º.- Medidas de Mercado. Desde el punto de vista de la organización sevillana, “es necesario impulsar medidas de autorregulación que ayuden a ajustar la oferta a la demanda y activar la recuperación de los precios en el sector. Así se deberían contemplar medidas similares a las que se están proponiendo para el sector del aceite de oliva:

  • Retirada obligatoria de determinados volúmenes de aceitunas (por tamaño, calidades, etc.) para todo el sector productor, fijando un volumen concreto (a través del artículo 167 de la OCM) y pudiendo destinar esa parte de producción a aceite de oliva o a otros usos. Pudiéndose articular mediante extensión de norma, a través de la Interprofesional (similar a lo que ya tiene el sector del vino).
  • Incluir al sector de la aceituna de mesa en el mecanismo de almacenamiento privado regulado por la Comisión Europea, de esta forma se podría inmovilizar parte de la aceituna de mesa producida durante un periodo de tiempo limitado.
  • Un sistema de autorregulación voluntaria de la producción para inmovilizar un porcentaje de producción cuando las disponibilidades para una campaña sean muy elevadas (a través del artículo 209 de la OCM del olivar).

2º.- Programa específico de apoyo para la reestructuración, reconversión o abandono del sector. Esta demanda por parte del sector productor, que también cuenta con el apoyo del sector industrial, se debería traducir en un Plan de Viabilidad del cultivo, con suficiente dotación económica (similar al que se ha adoptado en algunas ocasiones para otros sectores productivos) destinado a fomentar la reconversión varietal del olivar, su puesta o transformación en riego, la adaptación de la poda a la mecanización, el aumento de densidad del marco de plantación, o incluso el abandono del cultivo.

Asaja Sevilla considera que habrá que potenciar las acciones diplomáticas nacionales y comunitarias para lograr la eliminación o la reducción de los aranceles arbitrarios.

Se trataría, según Asaja, de fomentar la adaptación de aquellas variedades u olivares que impiden una mecanización del cultivo (dado que la recolección supone el 50% de los costes de producción), a pesar de que desde finales de los 90 se iniciara un proyecto de investigación que ha permanecido de manera continuada a lo largo de los años para la adaptación y mejora de la mecanización del cultivo.

3º.- PAC. Necesidad de que se corrija el error histórico (al incluir el aceite de oliva en lugar del olivar) que impide que el sector de aceituna de mesa pueda optar a la posibilidad de recibir ayudas acopladas.

4º.- Medidas sobre etiquetado. En reiteradas ocasiones desde hace varios años se viene demandando unánimemente por el sector productor e industrial la modificación de la norma de calidad de las aceitunas de mesa (Real Decreto 679/2016) en relación al etiquetado, para eliminar la prohibición actual de mención de la variedad en la denominación del producto y que se obligue a incluir la variedad y el origen para el mercado nacional, lo cual redundará en la trazabilidad, transparencia y difusión de la calidad de nuestras aceitunas entre los consumidores.

Con este cambio en la normativa nacional, el paso siguiente, según Asaja Sevilla debería ser como país líder de producción a nivel europeo, impulsar la misma normativa a nivel de toda la UE. Consideran que es necesario el control de las importaciones de aceitunas procedentes de terceros países, para evitar que se vendan como españolas, las aceitunas que no lo son, una práctica que se viene produciendo sistemáticamente campaña tras campaña.

5º.- Mercado Exterior. Impulsar la apertura de mercados exteriores alternativos (ante las dificultades provocadas por los aranceles y barreras comerciales impuestas en los últimos tiempos) y estudiar compensaciones económicas al sector. En paralelo, consideran que habrá que potenciar las acciones diplomáticas nacionales y comunitarias para lograr la eliminación o la reducción de los aranceles arbitrarios.

6º.- Medidas de control. La Agencia de Información y Control alimentarios (AICA) debe establecer campañas de inspección sistemáticas para controlar los puestos de recogida de aceituna de mesa, de manera que se realice una revisión de los contratos y se hagan controles de calidad y trazabilidad del producto.

Evitar los abusos en la cadena alimentaria y las prácticas comerciales desleales (problema en el cumplimiento de la actual Ley de la Cadena Alimentaria.

7º.- Medidas de Calidad. Erradicar la “banalización” que sufre ese producto en el canal Horeca, sobre todo en bares y cafeterías, donde se nos ofrece un producto, sin solicitarlo previamente y de bajísima calidad, haciendo un flaco favor a la promoción. No se deberían tratar las aceitunas como un “commodity”. Se deberían redoblar los esfuerzos y los fondos para la promoción nacional, a la que siempre se le ha dedicado un menor porcentaje a favor de la promoción internacional, dada la vocación exportadora de este producto.