Olimerca.- Gracias a la magnífica cosecha, tanto en cantidad como en calidad de la campaña que estamos a punto de finalizar, el mercado del aceite de oliva ha asistido a una corta producción de aceites lampantes con destino a la refinería, lo que sin duda está pasando factura en estos coletazos de fin de campaña.

Y es que la escasez de aceites lampantes no sólo ha sido clave para impulsar los precios al alza en estos meses anteriores, sino que también ha provocado que los industriales refinadores se hayan visto obligados a comprar aceite de repaso o bien a adquirir aceites vírgenes.

Evidentemente, a estas alturas del año el que tiene todavía alguna partida de aceite lampante sabe que tiene “oro líquido” por el que puede pedir todas las semanas un mejor precio. Por todo ello, los industriales refinadores y envasadores se están viendo obligados a adquirir aceites de oliva vírgenes, que en vez de destinarlos a la botella lo refinan, para poder cubrir sus necesidades de envasado de aceite de oliva “suave” o “intenso”.

Con estos precedentes, se puede afirmar que un aceite lampante cuesta lo mismo que un virgen, mientras que los virgen extra mantienen sus precios de momento y se acercan peligrosamente al precio único de los 3,15€/kg.

Por último, los portugueses ya están haciendo sus ofertas de aceite nuevo virgen extra en el entorno de los 3,25€/kg, buscando posicionarse en el mercado antes de que se produzcan los recortes de precios que se esperan, a medida que se generalice la recolección.