Olivo centenario en el municipio de Clavijo (La Rioja).

Olimerca.- Por quinto año consecutivo, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de La Rioja inicia la campaña para la recogida de material vegetal de árboles que presenten alguna singularidad, ya sea por su antigüedad, productividad, variedad, etc., para lo que solicita la colaboración de los olivicultores que cuenten con algún ejemplar de estas características.

Su objetivo es continuar trabajando en la ampliación del banco de variedades autóctonas de olivo de La Rioja, ubicado en la finca de La Grajera (Logroño).

Este banco de variedades autóctonas ya cuenta con 185 muestras diferentes, plantadas desde 2007 hasta la actualidad, y pretende conservar la diversidad del material genético del olivo de La Rioja, para su posterior estudio y selección.

Desde la Consejería señalan que la conservación de estas variedades es fundamental para obtener mejores plantas de las que se beneficiará el sector oleícola de la región, con mejores producciones y de mayor calidad.

¿Qué se busca?
Esta campaña se centra en dos aspectos: por una parte, en conseguir variedades desconocidas o minoritarias que presenten alguna característica destacable, como puede ser la productividad, la calidad del aceite, la resistencia a enfermedades, etc.; y por otra, en obtener ejemplares antiguos de Redondilla-Redondal y Royuela-Arróniz procedentes de diversos puntos geográficos con el objetivo de realizar una futura selección genética.

A partir de septiembre y hasta diciembre, se realizará la campaña de localización de ejemplares y, paralelamente, se enviarán muestras para su identificación genética. Una vez comprobado el interés de estos árboles, se recogerán brotes terminales para su multiplicación y conservación en la Finca de La Grajera.

Gracias a la colaboración de los olivicultores, durante las cuatro últimas campañas se han localizado 293 ejemplares y recogido material vegetal de 190 de ellos, lo que ha permitido identificar cinco variedades minoritarias no catalogadas hasta la fecha: Picudillo, Negral, Picalaceña-Cirujal, Aceitunero y Picudo.

Este material se ha multiplicación y se ha incorporado al banco de germoplasma de La Grajera. Las campañas pasadas sirvieron asimismo para establecer una red de contactos para realizar prospecciones en varios municipios de La Rioja.