El tratado con Mercosur sigue estancado

Olimerca.- La ola de proteccionismo, la disrupción de las cadenas de suministros y las consecuencias de la pandemia han estancado desde hace dos años el proceso de ratificación del acuerdo de libre comercio entre la UE y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), suscrito en 2019 y destinado a entrar en vigor en un plazo de quince años.

El acuerdo contempla la eliminación del 90% de los aranceles entre los dos bloques y abre un mercado potencial de casi 800 millones de personas para las empresas de ambos lados del Atlántico.

Pero sus ventajas no son gratuitas, dado que, a cambio, el documento obliga también a la Unión Europea (UE) a retirar las subvenciones a la agricultura, que representan el 40% del presupuesto comunitario. Los países de América del Sur, en cambio, tendrán que eliminar las barreras tarifarias que protegen su industria, poco competitiva con respecto a sus competidores europeos.

A todo esto se suma la desconfianza de la UE hacia Brasil por su demostrada falta de voluntad de cumplir con los compromisos climáticos, y la oposición que demuestran hacia el tratado importantes sectores de la sociedad europea, sobre todo agricultores y ganaderos, contrarios a la creación de un área de libre mercado que podría comprometer sus intereses.