Olimerca.- Coincidiendo con las primeras semanas del verano, los olivareros y técnicos deben de recogen las muestras de hojas de olivo para que su laboratorio de confianza le realice el análisis correspondiente que les permita conocer el estado nutricional de una plantación y evaluar si el abonado realizado en primavera ha sido eficaz y les va a permitir decidir las correcciones que sean necesarias, bien por fertirriego en las fechas siguientes o ya en el abonado de otoño, según el caso. Según informa la directora Olivarum, Lola Peña, esto se hará fundamentando tomando como referencia criterios científicos y no solo en hábitos o rutinas.

Es por ello que se deben de tener en cuenta algunas indicaciones de importancia:

  • Es muy importante que la muestra represente a territorios homogéneos. Suelos diferentes, manejos diferentes (abonados, riegos, etc.), orografía diferente, van a condicionar que el estado nutricional de los olivos sea diferente y si mezclamos hojas de estas zonas heterogéneas el resultado del análisis no va a representar a ninguna de ellas y será difícil optimizar la situación nutricional de cada una.
  • Se debe hacer un recorrido en zigzag, por ejemplo. Recogiendo unas 120-150 hojas nos aseguraremos que hay suficiente muestra y que, al haberlas recogido de toda la superficie, la zona estará representada correctamente.
  • Hay que evitar coger muestra de los árboles más próximos a la linde, porque los tratamientos de la parcela colindante pueden afectar a los olivos más próximos de nuestra parcela.
  • La composición mineral de las hojas puede variar con la posición en altura que estas ocupan en el árbol, también con la edad de la hoja, la orientación y con ello la exposición al sol. Se ha comprobado que el contenido de nitrógeno, fósforo y potasio son mayores en las hojas orientadas al sur. Por tanto, es necesario estandarizar el proceso de muestreo y se recomienda coger las hojas de una altura equivalente los ojos del operario y dos hojas con su peciolo (rabillo) de cada orientación (por tanto, 8 hojas por cada árbol) y las hojas que cogeremos serán las del tallo que ha crecido esta primavera y contando desde la punta del tallo hacia la base de este, el tercer o cuarto par de hojas (hojas plenamente desarrolladas y sin daños) con ello se evitará que las hojas más jóvenes, que demandan muchos nutrientes porque están en crecimiento, puedan distorsionar los resultados.
  • Para guardar las hojas que se han recogido es mejor utilizar sobres de papel, ponerles una referencia y conviene llevarlas lo antes posible al laboratorio, pero si no se puede hacer de inmediato, se aconseja ponerlas en el frigorífico, pero nunca meterlas en una bolsa de plástico.
  • Una cuestión importante es que se solicite en el laboratorio que las hojas se laven, para de ese modo eliminar los restos de polvo o de tratamientos que se hayan quedado depositados en la superficie de la hoja.