Olimerca.- La consultora KPMG en colaboración con la Asociación Empresarial Alimentos de Andalucía (Landaluz) acaban de presentar su VI Estudio de Sector Agroalimentario de Andalucía, en el que se pone de manifiesto que en los próximos años las marcas agroalimentarias andaluzas van a acelerar su inversión y abrazarán la digitalización, el uso masivo de la información y la orientación al cliente, incrementando la venta directa al consumidor, para hacer frente a esta crisis. El sector también reforzará la seguridad alimentaria y la transparencia, potenciará de forma decidida la salud y la sostenibilidad y aumentará su internacionalización, al tiempo que en el entorno doméstico percibe que podría beneficiarse de una mayor preferencia del consumidor por lo local.

Pese a la compleja coyuntura, las empresas andaluzas del sector están consiguiendo resistir a esta crisis y mantener su facturación en 2020, aunque se espera una ligera disminución para 2021 (el 50% estima que sus ventas disminuirán el próximo año, frente a un 45% que considera que aumentarán).

Ante la incertidumbre, inversión
La receta del sector para afrontar la crisis es la inversión, como muestra el hecho de que un 45% de las compañías están aumentando su inversión en 2020 (frente a un 20% que la reducen) y un 60% tengan planes de incrementar su esfuerzo inversor en 2021.

La COVID-19 puede suponer un impulso adicional para la internacionalización del sector. El 38% de las compañías encuestadas afirma estar aumentando su actividad internacional en 2020 y el 68% de los encuestados creen que su actividad internacional crecerá en 2021. En su opinión, la Unión Europea (30%) y Estados Unidos (26%) seguirán siendo los mercados que presenten más oportunidades, reduciéndose el peso en China (19%) y aumentando en el sudeste asiático, Latinoamérica, India y África.

Las empresas andaluzas del sector están consiguiendo resistir a esta crisis y mantener su facturación en 2020, aunque se espera una ligera disminución para 2021

Cambios de prioridades y percepciones
Si se comparan los resultados de esta encuesta con la del año anterior, destaca claramente la prioridad que las empresas dan a la digitalización como palanca de crecimiento (un 53% en 2020 frente a un 15% en 2019), poniéndola al mismo nivel que la internacionalización, que aparece en segundo lugar.

En relación con las tecnologías más relevantes en dicha transformación digital, el sector considera ahora mucho más importante el uso del Big Data (50% frente a 30%) y la robotización (33% frente a 24%), posiblemente en aras de la creciente necesidad de conocer en profundidad la demanda y el consumidor y de optimizar procesos.
Asimismo, los encuestados creen que los consumidores seguirán dando importancia a la nutrición y la salud (50%) y a la seguridad alimentaria (20%) como factores relevantes en la valoración y percepción de productos y marcas.

Tendencias relevantes
La potenciación de la venta directa al consumidor será, probablemente, uno de los grandes cambios que surjan tras la crisis COVID-19. 9 de cada 10 empresas agroalimentarias andaluzas prevén realizar venta directa al consumidor en los próximos tres años. Aunque la incidencia de este canal no será muy alta (un 43% de las empresas lo sitúa entre el 5% y el 10% de su facturación a medio plazo), supondrá un reto de desarrollo e integración en la estrategia de canales de las marcas, y a la vez, una oportunidad para seguir conociendo y fidelizando a sus clientes finales.

Las empresas agroalimentarias andaluzas tendrán que adaptarse a un contexto en el que el consumidor muestra una mayor preocupación por su salud, es más consciente de la influencia de los alimentos en ésta y exige empresas responsables y con impacto social, premiando a las que se alinean con sus valores.

En este sentido, los productos de carácter saludable supondrán más del 50% del negocio para la mitad de las empresas agroalimentarias andaluzas en los próximos tres años, y la producción sostenible también aglutinará un porcentaje relevante.