Olimerca.- Con el objetivo de revalorizar y aprovechar de forma sostenible los residuos generados por la industria del aceite de oliva, se plantean nuevas estrategias destinadas a la obtención de nuevos componentes que permitan formular alimentos más saludables al mismo tiempo que posibiliten el uso de todas las fracciones restantes. De esta forma, los residuos son ahora más aprovechables por lo que pasan a llamarse subproductos, término que ya ha sido legalmente adoptado en el caso del alperujo, como principal residuo generado en la industria del aceite de oliva. 

Todo ello se recoge en el nuevo concepto de calidad que incluye la calidad del producto final a la que se le suma la calidad medioambiental y la salud, es la denominada calidad global. Afortunadamente, con el paso del tiempo, el consumidor está cada vez más y mejor informado, lo que se traduce en una demanda que poco a poco premia dicha calidad global. 

Se buscan los productos que no dañen o minimicen el impacto medioambiental y a los animales y que además mejoren aspectos nutricionales y funcionales de los alimentos. La salud humana no puede desligarse de la salud animal y medioambiental, son tres conceptos que se funden en uno sólo y que supone el mayor reto para la investigación, la industria y la sociedad moderna. 

Dentro de estos cambios surge el concepto de biorrefinería, que pone de manifiesto la necesidad de integrar distintas tecnologías buscando la sinergia de las mismas para aprovechar al máximo cada uno de los componentes que conforman el subproducto. Este concepto está sobre el panel de diseño de los sectores industriales para mejorar la circularidad y el ciclo de vida útil, disminuyendo la huella de hidrógeno y de carbono. Sin duda una apuesta muy necesaria para ganar competitividad y sobre todo sostenibilidad.

Se buscan los productos que no dañen o minimicen el impacto medioambiental y a los animales y que además mejoren aspectos nutricionales y funcionales de los alimentos

Gestión de los subproductos
En la industria del aceite de oliva el principal subproducto es el alperujo, generado en el sistema de dos fases que constituye más del 90% de la producción en España. Se generan entre 3,5 y 5 millones de toneladas al año en nuestro país. Las orujeras, o extractoras de orujo, gestionan su aprovechamiento. Éste se ha basado en la extracción del aceite de orujo tras su secado, y posterior aprovechamiento energético a través del autoconsumo y de la generación de electricidad en las centrales de cogeneración. 

Dicha generación ha sido posible gracias a los incentivos que esta práctica ha recibido, incentivos que recientemente han sido eliminados para la creación de nuevas centrales de cogeneración y disminuido para las existentes. Es por ello, por lo que el sector busca otras alternativas. Este hecho, junto con una nueva concienciación y la creciente producción y demanda de componentes naturales con actividad biológica, o compuestos bioactivos, obtenidos de forma natural a partir de fuentes naturales como el alperujo, han impulsado al sector a un importante cambio.

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