Olimerca.- “Nuevas estrategias para la optimización de los tratamientos térmicos de aceitunas obteniendo mejoras organolépticas y de seguridad alimentaria. MIDBLACK” es el título del proyecto en el que se ha embarcado Agro Sevilla y con el que pretende mejorar la calidad nutricional y sensorial de las aceitunas negras oxidadas.

Esto será posible gracias a la ayuda que le ha concedido el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020, con el objetivo de potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.

La aceituna negra oxidada española es una aceituna destinada principalmente a la exportación, y constituye el 45% del total de aceitunas exportadas en el año 2018. Para Agro Sevilla, este proyecto es un reto tecnológico que le va a permitir incrementar la calidad sensorial, así como reducir la generación de aromas y sabores no característicos (off flavors) del producto, ya que estos se originan mediante los tratamientos térmicos necesarios para garantizar la seguridad alimentaria de la aceituna negra oxidada.
“Con este proyecto, Agro Sevilla quiere seguir liderando el mercado de la aceituna negra con un producto de calidad, diferenciado y seguro”, señalan desde la compañía.

Crecimiento del consumo
A pesar de ser un producto que lleva muchísimo menos tiempo en el mercado que la aceituna verde en sus diferentes formatos, la aceituna negra no ha dejado de crecer entre los consumidores, hasta prácticamente haber igualado en volumen de exportaciones a la aceituna verde.

La tipología estándar del consumidor internacional de aceitunas negras se ubica en el segmento de consumidor femenino, de entre 25 y 55 años, con renta familiar media-alta. La motivación de compra varía en función de cada zona geográfica. En Europa Central, Este y Norte, la aceituna es consumida principalmente como aperitivo. En EE.UU. y Canadá es un ingrediente de pizzas, pasta y ensaladas. En Oriente Medio forma parte de la alimentación diaria en todas las comidas, como plato individual que se acompaña con pan o aliños.