Olimerca.- Como si se tratara de un jarro de agua fría. Así es como se han quedado los responsables del Grupo Dcoop que estuvieron ayer presentes en el Consejo de Administración de Deoleo, cuando las entidades financieras españolas accionistas (Bankia, BMN, Caixabank y Unicaja) acordaron la venta de un paquete accionarial a CVC que supone otorgarle la mayoría.

El fondo CVC se convierte en el mayor accionista de la compañía, posición de dominio que podrá ampliar con la OPA, y habrá que ver cuál es la actitud de otras dos entidades con fuerte presencia en Andalucía (la catalana Caixabank y la vasca Kutxabank) que no se han opuesto a esta operación.

Para los responsables de Dcoop existían alternativas claras en este proceso que permitían una viabilidad a futuros con una empresa basada en capital español, todo ello pese a las intenciones manifestadas en los medios de comunicación en algunos casos.

Dcoop se había ofrecido días atrás a liderar un proyecto basado en el sector productor español con un enfoque claramente industrial y conocedor del mercado, estando dispuesto a ampliar su participación, para lo cual contaba con financiación. 

A partir de ahora, según Dcoop, se abren interrogantes sobre cómo afectará esta operación al liderazgo mundial del sector aceitero español, puesto que la gestión con opción a OPA (Oferta Pública de Adquisición de Acciones) manifestada por CVC va a suponer un mayor control en Deoleo por parte de una empresa financiera, no conocedora del mercado oleícola, cuyos intereses no tienen por qué coincidir con los del sector, donde puede primar la rentabilidad económica a corto plazo a cualquier precio antes que un proyecto viable de futuro con búsqueda de valor añadido. 

En este sentido, en los últimos momentos, Dcoop se había ofrecido a comprar las participaciones de Bankia en igualdad de condiciones que el posible fondo de inversión, algo que al final se ha rechazado por parte del Consejo de Administración de Deoleo. Incluso estaba dispuesta a canalizar la adquisición de otros paquetes accionariales, sin embargo, tanto Bankia como BMN han optado por este esta empresa de capital riesgo extranjera. 

En cuanto a los responsables políticos y sus declaraciones de los últimos días, ha quedado claro que lo que valen no son las bonitas declaraciones, sino los hechos. O no se han realizado gestiones por parte de las Administraciones para frenar la operación, o no se les ha hecho caso, por lo que se ha visto. 

Pese a todo lo dicho, para Dcoop ha quedado demostrado que el Gobierno de la Nación, como propietario de Bankia, ha preferido vender su parte a un fondo extranjero antes que articular un proyecto nacional posible y viable. 

Dcoop ha venido manifestando que podía no tener sentido su continuidad en Deoleo si este proceso daba como resultado una situación donde no está claro que se vaya a enfocar la gestión bajo el prisma del sector oleícola nacional, desde su aportación como empresa conocedora de la actividad industrial y del mercado, con el empuje de los productores y la potenciación de la imagen del aceite español en el mundo, en definitiva, desde el liderazgo. 

Por todo ello Dcoop va a estudiar la nueva situación para tomar una decisión sobre su continuidad, pero sí tiene claro que no va a hacer seguidismo como accionista de una gestión que tiene visos de ser contraria a los intereses del sector productor y con unos compañeros de viaje que no son de fiar, pese a las buenas intenciones manifestadas.

La nueva Deoleo y sus gestores no van a vertebrar un sector tan estratégico para España como el olivar, del que viven muchas familias. Deoleo va a seguir regida por empresas financieras que no van a tener entre sus prioridades este cultivo social. Estamos ante un nuevo caso de oportunidad fallida para un sector agroalimentario estratégico para España, del que esperemos sufrir las menores consecuencias negativas posibles. 

En cualquier caso, Dcoop va a continuar con todos los proyectos emprendidos que tiene en marcha y otros que puedan surgir para intentar conseguir la mayor rentabilidad para sus socios y trabajando por concentrar la oferta, única vía que tienen los productores para defender sus producciones.