Olimerca.- Una vez más el sector del aceite de oliva, en este caso el italiano, se vuelve a enfrentar a la conocida polémica de la valoración organoléptica del aceite de oliva virgen extra y el etiquetado de la botella. En esta ocasión, la cadena de supermercados Lidl del país vecino ha sido multada por la Autoridad de Defensa de la Competencia con 550.000€ por comercializar aceite de oliva virgen de su marca Primadonna, etiquetado como virgen extra.

Esta sanción podría no ser la última si prospera la demanda de algunos grupos de consumidores  que enviaron el pasado año una petición a Defensa de la Competencia  contra las empresas que fabricaban las marcas Carapelli, Bertolli, Sasso, Coricelli, Santa Sabina, Prima Donna y Antica Badi por publicidad engañosa.

La operación se inició el pasado año, cuando la revista Test Salvagente, habría comprobado en una serie de análisis organolépticos y físico químicos que varios aceites de oliva virgen extra envasados y comercializados en los lineales de la gran distribución, no cumplían las normas por diferentes defectos organolépticos.

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