Olimerca.-  En un momento clave sobre la futura evolución de los precios del aceite de oliva en origen, a escasos cuatro meses para las primeras recolecciones del fruto, se ha reunido la semana pasada en Baena representantes del sector productor e industrial envasador de España, Portugal e Italia para abordar de manera provisional lo que podría dar de sí la próxima cosecha 2016/17.

En esta mesa del aceite de oliva se expusieron las primeras valoraciones acerca de la evolución de la floración y el cuajado de la aceituna, dando lugar a unas conclusiones, recogidas por Alvaro Olavarría (Oleoestepa), que muestran que la próxima cosecha a nivel mundial podría rozar los 3.000.000 de toneladas, frente a las 3.225.500 que se han conseguido en la campaña actual, lo que sin duda es un dato a tener en cuenta por su repercusión en las fluctuaciones de los precios.

Las mejores previsiones son para nuestro país donde se espera que se podrían alcanzar las 1.500.000 toneladas, incluso para los más optimistas superarlas; lo que supondría disponer de más del 50% de la producción mundial.

Peor estimación se espera para Italia, donde se habla de una producción de tan sólo 270.000 toneladas; aunque si bien es cierto que muy poca gente se cree que esta campaña se hayan obtenido 470.000 toneladas, por lo que quizás al final las 270.000 toneladas no se alejen mucho de la producción de este año.

Grecia sí parece que podría tener una cosecha de tan sólo 250.000 toneladas, frente a las 310.000 ton de esta campaña. Y en esta misma línea se encontraría Túnez, que por segundo año consecutivo vuelve a mostrar menores producciones hasta situarse en tan sólo 110.000 toneladas, frente a las 140.000 actuales. Marruecos también estaría con datos de caída al estimarse un volumen de tan sólo 110.000 toneladas; mientras que Portugal prácticamente repetiría sus cifras de 95/99.000 toneladas de aceite de oliva.

Por último, para Siria los distintos operadores de la mesa del aceite de oliva han estimado un recorte en la producción hasta quedarse en las 150.000 toneladas, frente a las 215.000 del año anterior; aunque siempre con las dudas sobre las cifras ofrecidas por el propio país.

En resumen, unas estimaciones que, en función de la climatología, podrían sufrir variaciones, pero que pueden servir de reflexión para considerar que estamos en una campaña muy justa con unos enlaces comprometidos y que se impone la cordura y la tranquilidad para no provocar sobresaltos innecesarios.