Olimerca.- La segunda semana del mes de noviembre ha vuelto a cerrarse con un mercado del aceite de oliva en origen dominado por los nervios de los productores, ante la llegada de los grandes volúmenes, y la tranquilidad de los operadores envasadores e importadores italianos.

No se puede decir que el mercado está parado, porque en este sector todos los días se hace algo, lo que llamamos el típico cisterneo, pero si es un hecho que los industriales envasadores están aguantando como cosacos con los volúmenes de aceite que contaban para el enlace de cosecha y cubriendo sus necesidades más urgentes con partidas pequeñas para el día a día.

Esa actitud de no mostrar mucho ánimo comprador para entregas inmediatas y mirar más a operaciones en el corto y medio plazo es lo que lleva provocando varias semanas consecutivas que los precios estén ya de pleno en el tobogán de las bajadas. Si la semana pasada las ofertas de aceite de oliva lampante se movían en los 3,15€, al 14 de noviembre ya se habían cerrado contratos a 2,90€; y lo más grave es que la línea de precios apuntaba a que se volverán a ver rebajas de precios esta semana.

Pero no sólo el aceite lampante es el que sufre este recorte de precios, lo malo es que las categorías de virgen y virgen extra tampoco están ajenas a este comportamiento y ya estamos viendo ofertas de virgen a 3,00€/kg y de extra a 3,30€/kg.

Si a estas alturas de campaña estamos viendo estos precios, a nadie se le escapa que el recorrido a la baja no está próximo y que dentro de seis meses volveremos a lamentarnos cuando el precio se posiciones por debajo de los costes de producción.