Olimerca.- El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias, IRTA ha celebrado la 5ª Mesa Institucional en las Tierras de Lleida y Pirineos, para trabajar conjuntamente en las necesidades y retos del territorio en materia de investigación y agroalimentación. Unos retos que este año, vienen sin duda marcados por la sequía.

De la mano de Joan Girona, delegado del IRTA en Lleida y Pirineos y referente en investigación sobre uso eficiente del agua en agricultura, se han presentado las principales acciones que el IRTA ha hecho, hace y hará para valorizar al máximo un recurso escaso y valioso como es el agua.

Y es que aunque la región se encuentra en fase de emergencia por sequía desde principios de febrero, y de que se trata de una situación excepcional según el registro histórico, el IRTA, la Generalitat y el sector llevan trabajando desde hace tiempo con una previsión de futuro complicada.

El dr. Casadesús, fisiólogo vegetal e ingeniero informático de profesión, ha explicado: “gracias a los especialistas del IRTA y a nuestra presencia por todo el territorio de Cataluña, podemos dar apoyo personalizado a los profesionales de cada región”.

Los servicios consisten, por un lado, en la transferencia de conocimiento sobre los requerimientos hídricos de los cultivos. Es decir, que los productores y las comunidades de regantes puedan disponer de todo el conocimiento técnico y científico sobre qué cantidad de agua necesita cada cultivo, y cómo debe aplicarse en cada fase de su crecimiento. El agua, como recurso escaso y valioso, se utiliza así de una forma precisa y con el mayor ahorro posible.

Esto no se logra sin un análisis previo de los datos, lo que permite una planificación más correcta y precisa, y el establecimiento de planes de contingencia para episodios de escasez de agua como el actual. Las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura (como la teledetección, la informática, la inteligencia artificial o el big data), junto con la estadística y la informática se revelan claves para la agricultura del futuro, acelerada por las necesidades del presente.

A través de esta iniciativa, los agricultores recibirán una serie de recomendaciones regulares de riego, y además se hará seguimiento de las infraestructuras hídricas para asegurar su buen funcionamiento, y que el agua no se derroche. La información sobre estas recomendaciones, el estado actual del suelo y las previsiones de futuro la podrán tener a través de plataformas digitales.