Olimerca.- El cambio climático es una realidad y lo vemos en fenómenos como sequías continuadas, lluvias torrenciales, y temperaturas extremas, algo que viene ocurriendo en todo el mundo, con sus correspondientes efectos para cultivos como el olivar. En un libro blanco sobre el efecto del cambio climático en la agricultura europea, la Unión Europea (UE) afirma que la evidencia del cambio climático es “sólida y real” y crea cambios en las precipitaciones, fluctuaciones de temperatura durante todo el año, tormentas, inundaciones y olas de calor.

Países del sur de Europa como Portugal, Italia o Grecia, han vivido sequías de verano, las heladas tardías y los fuertes vientos hicieron que la producción de aceitunas fuera inferior que en campañas anteriores, tal y como publica OliveOilTimes, que recoge opiniones como la de Roman Rivera, director gerente de ELAIA, iniciativa empresarial que opera en Portugal, España y Marruecos y en proceso de expansión a otras regiones del mundo,

Rivera asegura que “tuvimos poca lluvia durante el invierno y la primavera, y los suelos están secos. Solo en áreas donde hay riego disponible, ha sido posible regar los olivares”, y añade que esta “la temporada de cultivo portuguesa está yendo mejor que el año pasado, aunque no tan bien como las noticias que escuchamos de Italia o Grecia. En nuestros olivares españoles vamos a tener una buena cosecha, a pesar de que en España no se espera una buena campaña debido a la falta de lluvia y la gran cosecha que se obtuvo el año pasado”.