Como primer productor, consumidor y exportador, la Unión Europea (UE) lidera el sector del aceite de oliva a nivel mundial. En la pasada década, esta posición no ha hecho sino fortalecerse, gracias al duro trabajo y cuidadoso mimo de sus agricultores, productores y exportadores, así como con el apoyo de las distintas administraciones involucradas, incluyendo la Comisión Europea de la que formo parte.
Indudablemente son muchos los factores que han reforzado esta posición en los últimos años, aunque la modernización del cultivo del olivo, el fuerte compromiso del sector para asegurar un producto de gran calidad y la demanda creciente a nivel mundial con la emergencia de nuevos mercados, merecen especial atención.

El olivar y la PAC
La Comisión Europea apoya al sector olivarero a través de los programas sectoriales de la nueva Política Agraria Común (PAC), permitiendo intervenciones en áreas tales como adaptación al cambio climático, inversiones en producción orgánica, ahorro energético, sistemas de trazabilidad, etc. Así mismo, un eco-esquema específico permitirá el apoyo a la gestión de cultivos permanentes, en particular con el mantenimiento de cubiertas vegetales, incluyendo al olivar de secano. Existen programas, dentro de los Planes Estratégicos de la PAC, para paliar el declive demográfico y apoyar a los jóvenes en la agricultura y el medio rural.

De manera adicional, dentro de la estrategia “Del campo a la mesa” incluida en el Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea ha fijado un objetivo de al menos un 25% de superficie agrícola dedicada a la agricultura ecológica para 2030, acompañado de un plan de acción en la UE. Alcanzar este objetivo es, a un tiempo, un gran desafío y una gran oportunidad de dar valor añadido al sector y fortalecer la imagen del aceite de oliva como producto beneficioso para el medio ambiente.

La apuesta por la calidad
Otro aspecto importante a destacar de la pasada década es el compromiso decidido del sector para preservar la alta calidad del aceite de oliva producido en la UE. Todos los actores de la cadena de valor del aceite de oliva están convencidos de la crucial importancia que tiene salvaguardar la calidad y autenticidad de nuestros aceites de oliva, desde el esfuerzo de los agricultores en seleccionar las aceitunas adecuadas en el momento oportuno, pasando por las almazaras y sus inversiones en últimas tecnologías y zonas óptimas de almacenado, así como a las autoridades de control garantizando que el consumidor disfrute de un producto seguro a la altura de sus expectativas.

Las características particulares de los aceites de oliva, así como las normas que regulan su etiquetado o envasado son definidas por la Comisión Europea. Las normas de comercialización europeas aseguran que los mercados son abastecidos de productos de calidad satisfactoria según las expectativas de los consumidores, facilitan el comercio y garantizan igualdad de condiciones para todos los productores europeos. 

Así mismo, la Comisión trabaja estrechamente con el Consejo Oleícola Internacional (COI), al que pertenece la UE, para mantener actualizados los parámetros incluidos en la regulación europea, tomando en consideración las normas de comercialización del COI.

Sobre mercados y demanda, la pasada década ha sido testigo de un significativo aumento de las exportaciones europeas de aceite de oliva pasando de 536 000 toneladas durante la campaña 2010/11 a 804 000 toneladas en 2020/21. Un factor que ha contribuido a este magnífico resultado en las exportaciones son los acuerdos de libre comercio alcanzados por la UE en este período, con el objetivo de abrir nuevos mercados, contribuyendo a la generación de empleo y al crecimiento económico. Los recientes acuerdos con Japón, Corea del Sur o los países ASEAN han contribuido a esta mejora de las exportaciones en un continente clave para el futuro del sector.
 

Las actividades de promoción

Las actividades de promoción financiadas por la UE, tanto en Europa como en el exterior, tienen un papel destacado sensibilizando al consumidor acerca de las cualidades organolépticas del aceite de oliva y de los beneficios para la salud que proporciona, fomentando el consumo. Durante la pasada década, el sector olivarero ha recibido este tipo de apoyo de la UE para campañas con gran éxito en mercados clave.

Como resultado de estos factores, y con cada vez más consumidores buscando productos saludables y de calidad, la demanda de aceite de oliva podría crecer aún más en los próximos años. En la pasada década el consumo mundial creció un 2.1%, hasta los 3,1 millones de toneladas en la campaña 2020/21, y el pronóstico es que alcance los 3,2 millones en 2021/22. Debido a un consumo per cápita reducido en los mercados destino de nuestras exportaciones, existe un amplio margen de crecimiento del consumo de aceite de oliva en el mundo.

Los próximos desafíos
La imagen descrita anteriormente no estaría completa sin mencionar los desafíos a los que se enfrenta el sector. La invasión rusa de Ucrania está alterando el correcto funcionamiento de los mercados agrícolas y añadiendo aún más presión a una situación ya compleja en cuanto a costes, en especial energía y fertilizantes.

Como sabrán, la Comisión ha adoptado recientemente la comunicación “Salvaguardar la seguridad alimentaria y reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios”, que aporta medidas a corto plazo necesarias para apoyar la seguridad alimentaria y al sector agrícola, incluyendo EUR 500 millones en ayudas directas a los agricultores y mayor flexibilidad dentro del marco de la PAC.

En el medio/largo plazo, sin ninguna duda el mayor desafío es el cambio climático y las previsiones de eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos (sequías, incendios, etc.) que podrían poner en peligro el olivar en el Sur de Europa. La Comisión mantiene como prioridad estratégica la firme implementación del Pacto Verde Europeo, así como de las estrategias “De la granja a la mesa” y Biodiversidad, ya que es evidente que la resiliencia de nuestro sistema alimentario depende de su sostenibilidad tanto social, económica como medioambiental.