En un momento tan crucial para el sector del aceite de oliva europeo, y sobre todo español, dominado por los adversos efectos de las olas de calor, la sequía y sobre todo la subida de precios en origen, desde la Comisión Europea Gabriel Vigil, Head of Sector Olive Oil de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, nos hace para Olimerca unas reflexiones sobre el presente y el futuro de este importante motor de la economía y de su valor social.  

Olimerca.- ¿Cuál es su valoración acerca de la nueva campaña de producción del aceite de oliva en Europa?
Gabriel Vigil.- La campaña 2022/23 va a ser compleja para el sector europeo, tanto en el mercado interno como en mercados exteriores, donde la demanda se ha mantenido muy activa en los últimos años. Debido a condiciones climáticas adversas durante los últimos meses, solamente Grecia verá aumentar su producción con respecto al año pasado, mientras se espera una caída entre el 30% y 50% para el resto de países productores europeos. Además, hay que añadir el impacto del aumento generalizado en costes, tanto para agricultores como para la industria, lo que pone aún más presión sobre el sector en su conjunto.

No obstante, estoy convencido de la capacidad del sector para superar esta situación coyuntural difícil. Es el momento para continuar con la modernización de las explotaciones, profundizar en la sostenibilidad del sector y aprovechar las oportunidades de la Política Agraria Común para aumentar la resiliencia y asegurar el futuro del olivar en Europa, mientras esperamos las necesarias lluvias que permitan anticipar la próxima campaña 2023/24 con un poco más de optimismo.

Olimerca.- ¿Cómo ve el futuro del consumo del aceite de oliva, ante unos altos precios?
Gabriel Vigil .- Con un aumento de precios como el que ya estamos experimentando, es evidente que el consumo se resentirá en países productores, acentuando una tendencia constatada desde hace años. No obstante, un Euro débil puede ayudar a amortiguar parte de este aumento de precios en mercados exteriores, sobre todo en un país clave como Estados Unidos. 

La calidad y prestigio del aceite de oliva europeo, junto al perfil de renta alta de sus consumidores en terceros países, podría dar aliento a las exportaciones en la presenta campaña. Dicho esto, la tendencia creciente del consumo a nivel mundial no va a detenerse por un año de precios elevados.

Olimerca.- ¿Qué estrategias o programas tienen previstos para promocionar e incentivar el consumo de este producto? tanto en terceros países como comunitarios
Gabriel Vigil .- La política de promoción de productos agrícolas en la UE cuenta con una contribución financiera anual para promover nuestros productos tanto en el mercado interior como en terceros países. Se trata de un instrumento basado en subvenciones otorgadas por concurso de méritos, donde las organizaciones sectoriales elegibles solicitan cofinanciación enviando proyectos de promoción, que son evaluados por expertos independientes. 

A lo largo de los últimos años, organizaciones del sector olivarero han recibido en muchas ocasiones esta cofinanciación para desarrollar exitosas campañas tanto en la UE como en el exterior. Por otro lado, la propia Comisión Europea también lleva a cabo campañas en el exterior para promocionar productos clave de nuestra agricultura y tradición gastronómica. Estas campañas ponen en contacto a representantes de distintos sectores europeos con responsables de compra de grandes cadenas comerciales, importadores, chefs, responsables políticos, etc. Desde 2018, el aceite de oliva ha sido incluido en todas las actividades promocionales de la Comisión en países como Canadá, China, Japón, Corea del Sur, Indonesia, India o Vietnam.

Finalmente, no hay que olvidar el efecto positivo que tienen los acuerdos comerciales firmados por la UE en los últimos años en abrir nuevas oportunidades de mercado.

Olimerca.- ¿Cuáles son los proyectos en los que colabora con el COI en la actualidad? 
Gabriel Vigil .- Como sabe, la UE es el principal productor, consumidor y exportador de aceite de oliva en el mundo, lo que se refleja en el papel especial que desempeñamos dentro del COI y en la estrecha colaboración que mantenemos con la organización. 

Uno de nuestros principales intereses se enmarca en el contexto de la estandarización de las normas comerciales relativas al aceite de oliva a nivel mundial. Las normas de comercialización del COI, que son las normas de comercialización de la UE, son esenciales para asegurar un comercio internacional sin fricciones, lo que redunda en beneficio para el sector. Por supuesto, el COI colabora en gran parte de los proyectos financiados por la UE en relación al aceite de oliva, sobre todo en el papel divulgador y como plataforma de presentación y de diálogo, no sólo en el terreno de las normas comerciales, sino en materias fundamentales para el futuro del sector como la lucha contra la Xylella Fastidiosa, la promoción de prácticas de cultivo sostenibles o la valorización de los subproductos del olivar.