Olimerca.- En puertas de la nueva campaña olivarera y a pesar de que durante este mes de septiembre los precios en origen para el aceite de oliva han experimentado una relativa mejora, los distintos operadores muestran su preocupación por lo que pueda suceder en los próximos meses, con un entorno donde predominan más sombras que luces.

Tras muchos meses de propuestas ministeriales y contrapropuestas del sector y a pesar de que las soluciones que se estaban buscando se querían hacer efectivas a partir de esta campaña, volveremos a repetir el mismo escenario que se lleva viviendo en los últimos tres años.

Y es que por mucho que les cueste a muchos comprender, gran parte de las dificultades a las que se enfrentan nuestros productores y nuestros comercializadores no dependen directamente de ellos. Nos encontramos en un entorno que sin duda no es el más adecuado para ayudar a salir de este círculo vicioso en el que vivimos: bajos precios, escasa rentabilidad y competencia del exterior.

El tan difícil equilibrio entre oferta y demanda no parece que esté encontrando soluciones a corto plazo; sobre todo cuando tenemos por delante la inseguridad de los aranceles de EE.UU, la ley de la cadena alimentaria, la reforma de la PAC, el Brexit, como consecuencia de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y sobre todo el aumento de las producciones a nivel mundial y el cierto estancamiento del consumo.

Sin duda que estamos en una crisis en el olivar y en el aceite de oliva, donde contamos con 8 marcos de plantaciones olivareras muy diversas y muy diferentes costes de cultivo y sin duda que estos condicionantes no ayudan a reorientar nuestros precios y nuestro comercio.

Es por todo ello que en España es necesario un plan estratégico que categorice y valorice en sus justa medida los distintos tipos de olivar y que en base a sus características reciba el soporte necesario para su viabilidad y rentabilidad y sobre todo que trabaje por eliminar los frenos a nuestras exportaciones. Pero no un cheque en blanco para todos.

Y como siempre venido defendiendo hay que seguir incidiendo en llevar a cabo más esfuerzos en promoción en el exterior, porque aunque los problemas siguen siendo los mismos, seguimos teniendo un sector con mucho futuro.