Olimerca.- Este primer mes del verano de 2022 va a pasar a la historia por las sucesivas olas de calor que se han posicionado sobre la península ibérica y que en estos momentos ya han generado importantes daños en muchos cultivos, como es el olivar andaluz.

A las altas temperaturas, tanto de día como de noche, la pertinaz sequía de hace ya tres meses se une en algunos territorios el viento de levante que está provocando un alto estrés hídrico en el árbol y el consiguiente agostamiento de la planta.

Un negro panorama que está afectando sobre todo a los cultivos de secano, pero que también está pasando factura a algunos regadíos porque el agua disponible no es la suficiente para cubrir todas las necesidades de las explotaciones.

En este dramático contexto, el mercado del aceite de oliva en la tercera semana del mes de julio se ha mostrado muy firme en cuanto a la fijación de precios se refiere.  Al cierre las escasas operaciones de aceites lampantes se fijaban en su mayoría en los 3,55€/kg aunque también se han encontrado operaciones a 3,60€/kg que casi podemos afirmar que se trataban de aceites vírgenes con destino a refinería.

Y si hablamos de la categoría estrella, las escasas operaciones se han cerrado con un precio mínimo de 3,70€, pero con algunos contratos a 3,90€/kg en función de las características organolépticas.

Las almazaras no tienen necesidad de vender dado que saben que las condiciones actuales se mueven a su favor, y prefieren esperar y aguantar estos pocos días antes de que el gran grueso del sector se tome sus vacaciones estivales.