Olimerca.- Con el objetivo de mejorar la salud del suelo y el rendimiento del olivar, investigadores del proyecto europeo Soil O-Live han utilizado un diseño experimental que contempla diferentes tratamientos que serán evaluados periódicamente para estudiar su posible impacto en los indicadores de salud del suelo y también en el rendimiento de los olivos tratados. 

Uno de estos tratamientos consiste en la aplicación de biochar o carbón vegetal de alta calidad generado a partir de restos de biomasa del olivar. Esta práctica puntera en España la realiza CarbOliva, firma sevillana y ubicada en el Puente del Obispo, que colabora en Soil O-Live, y que se dedica a la valorización de restos vegetales del olivar con la finalidad de hacer más sostenible el sector olivarero. 

“Esta enmienda de origen vegetal, que es el producto resultante de la transformación térmica, a temperaturas relativamente bajas, de restos orgánicos con escaso suministro de oxígeno, tiene un alto potencial para la mejora de suelos agrícolas”, expone Iván Sánchez, investigador del proyecto. 

Este estudio pretende arrojar luz en el posible efecto de ambos tratamientos, juntos y por separado, en el sistema suelo-planta de un olivar con ejemplares adultos.

“Su estructura es muy porosa por lo que posee una gran capacidad para retener nutrientes hidrosolubles y agua, mejorando así las condiciones del suelo”, añade el investigador. 

Para Álvaro Espuny, gerente de CarbOliva, esta firma tiene una gran sinergia con el Proyecto Soil O-Live “porque el biochar incrementa el contenido en carbono del suelo, aumenta la retención de agua y genera un hábitat de microporos que facilita el incremento de la microbiota, tan imprescindible para el olivar”, informa. 

Inóculo microbiano
Con la idea de estudiar las posibles interacciones que pudieran tener lugar entre este material, de alta estabilidad y persistencia, y microorganismos beneficiosos del suelo, se ha aplicado en algunos casos un inóculo microbiano, proporcionado por otra firma colaboradora, en esta ocasión de origen holandés, Koppert. 

Este inóculo, que se aplicó en las primeras capas del suelo con la ayuda de un infiltrador, consiste en esporas viables de hongos micorrícico arbusculares. 

Se espera que el biochar pueda servir para facilitar el proceso de interacción entre los micorrizas arbusculares y los olivos adultos en los que ambos tratamientos fueron aplicados 

“Este tipo de hongos, que establecen simbiosis a través de sus raíces con al menos el 80% de las especies vegetales, tiene la capacidad de proporcionar un gran número de ventajas en el sistema suelo-planta como puede ser mejorar la estructura del suelo mediante la producción de micelio (estructura de los hongos de apariencia similar a una raíz) y sustancias adherentes como la glomalina (glicoproteína) que favorece la formación de agregados y la retención de materia orgánica”, indica Sánchez. Asimismo, las micorrizas arbusculares pueden incrementar el rendimiento agrícola gracias a su papel facilitador en la adquisición de nutrientes y agua por parte de las plantas.

Para Pablo Ibort, investigador científico en Reka BV (Productor) y Koppert España SL (distribuidor), participar en el proyecto les ofrece la posibilidad de mostrar a los agricultores del olivo la implementación de herramientas como los hongos formadores de micorrizas para realizar una nutrición integrada del cultivo, con un producto que se comercializa bajo el nombre ViciFix. “Con ello se incrementa además su resistencia frente a estreses abióticos como la sequía y mejora la calidad del suelo a medio/largo plazo”, manifiesta. De la misma manera, se pueden explorar las sinergias con otros productos disponibles en el mercado (como el biochar/carbón vegetal), “lo que permite un manejo holístico del sistema de cultivo”, añade.