Olimerca.- Llegados a este punto de la campaña olivarera, en el que muchas almazaras, cooperativas o industriales están ya recogiendo sus últimas aceitunas en el campo, se nota la mayor disponibilidad de aceites lampantes con destino a la refinería y la gran escasez de aceites de oliva virgen extra que se ve reflejado en la evolución de los precios en origen.

Concretamente, en esta tercera semana del mes de enero un aceite lampante se podía adquirir en el entorno de los 4,70/4,75€/kilo, mientras que el aceite virgen extra se ofertaba entre los 5,70€/kg y los 5,80€/kg; aunque también se han detectado algunas pequeñas partidas por encima de los 6€/kg.
Así, el diferencial de precios entre el lampante y el virgen extra alcanza ya un euro, quedando en el medio la categoría virgen que se oferta entre los 5,05 y los 5,10€/kg en origen

Todo esto en un marco de una gran tranquilidad operadora porque las disponibilidades de aceite para este año no parece que superarán las 750.000 toneladas y hay por delante una importante travesía del desierto para poder llegar a octubre de 2023.

Mientras tanto los operadores oleícolas italianos parece que comienzan a asomar la cabeza en el mercado español dado que Grecia y Túnez están agotando ya sus disponibilidades de aceites virgen extra, a un precio más competitivo que el aceite español.

Los efectos colaterales del oliva en el orujo 
Si hablamos del comportamiento del mercado del aceite de orujo, sin duda que los efectos de la caída de la producción del oliva está pasando factura a las empresas orujeras que se están viendo obligadas a importar mayores volúmenes de crudo de Grecia, Italia o Túnez para mantener algunos contratos que permitan cubrir las necesidades de sus clientes.

No obstante, ya se ha puesto de manifiesto la perdida de clientes en otros mercado exteriores ante el incremento de precios.