Aceite nuevo envasado

Olimerca.- A punto de cerrar la campaña 2022/23, que va a pasar a la historia por la corta cosecha de aceituna y producción de aceite de oliva, 664.000 toneladas, estamos a punto de enfrentarnos a una nueva campaña 2023/24 que puede convertirse en una réplica de la que estamos a punto de cerrar. 

Pero lo que está por venir puede ser incluso más negativo que lo que hemos vivido en los últimos doce meses. Tan sólo hay que reflexionar sobre los volúmenes de aceite de oliva que tenemos en la actualidad y los que teníamos hace un año y que sin duda será un riesgo por añadir para afrontar la nueva campaña en puertas.

Hace dos años por estas fechas el volumen de aceite de oliva almacenado entre almazaras e industriales envasadores y refinadores era de 364.570 toneladas que, unido a una importación de 210.600 toneladas, y una producción de 1.491,56 toneladas, nos arrojó un volumen de aceite de oliva disponible de más de 2.124.290 toneladas. 

La campaña que ahora cerramos ha sido significativamente peor dado que tuvimos que enfrentarnos a una caída de la cosecha de más del 60%, 664.000 toneladas, contábamos con unas existencias de enlace de 368.000 toneladas, se importaron en torno a las 190.000 toneladas y con ello se alcanzaron unas disponibilidades de 1.296.670 toneladas; factores que han sido determinantes para entender el comportamiento de los precios en origen.

Pero a la nueva campaña que ahora se inicia el 1 de octubre no es que venga mejor. No sólo habrá que asumir que tampoco será buena en producción; quizás podremos llegar a las 700/730.000 ton si las lluvias nos acompañan en otoño y las aceitunas mejoran sus rendimientos de aceite, sino que al mismo tiempo no hay que olvidar que las existencias del enlace se moverán en el entorno de las 250.000 toneladas, las más bajas de los últimos años con lo que los industriales y productores tendrán que hacer encaje de bolillos para no sólo mantener los precios en origen y en consecuencia en el lineal, sino que además tendrán que salir al exterior a buscar aceites que les permitan mantener su posicionamiento, tanto en el mercado interior como exterior.

Sin duda que con estos precedentes y lo que se nos viene encima no es de extrañar que el conjunto de operadores muestre síntomas de agotamiento; como lo demuestra el hecho de que en esta última semana de septiembre los movimientos de compra-venta han sido muy escasos y con ellos las cotizaciones en origen de los aceites con destino a refinería han vuelto esta semana a ajustar sus ofertas a la baja, con precios que se mueven entre los 7,00€/kg y los 7,10€/kg. También hay que mencionar que la industria refinadora va aguantando con sus existencias, lo que les da un cierto clima de tranquilidad.

Los compradores en estos momentos se han quitado del medio a la espera de ver en el mercado los nuevos aceites tempranos, bien sea de Portugal o de algunas zonas productoras andaluzas.