Olimerca.-  A medida que se consolida la certeza de la escasa cosecha de aceite de oliva en España, el sector industrial envasador español tiene claro que tiene por delante una auténtica travesía del desierto en los próximos meses, con unos precios que no se espera que vayan a experimentar bajadas en el corto plazo. Y es en ese contexto de inseguridad por el futuro de las cotizaciones en origen por lo que los grandes industriales están ya preparando su estrategia para poder cubrir sus necesidades de compra en base a la potencial demanda de la gran distribución.

Y es que en este momento la distribución sigue intentando “nadar y guardar la ropa” a la hora de fijar los PVP en el lineal.  De hecho, los incrementos de precios en origen que se han producido en noviembre todavía no se han trasladado al lineal y habrá que espera probablemente al mes de enero para ver por donde se van a posicionar de cara al consumidor

Entramos en un mes en el que el consumidor presta menos atención a los precios, y donde se buscan productos gourmet, exclusivos y no tanto si es más o menos caro, y por ello la realidad de la futura evolución del consumo de aceite de oliva en los lineales la comenzaremos a ver tras el fin de las fiestas navideñas.

Volviendo al mercado en origen, en estas semanas de noviembre se observa una cierta preocupación de los refinadores por la potencial escasez de aceites lampantes genuinos para refinar, y es por lo que en estos momentos la actividad de compra de aceites vírgenes con destino a refinería es mayor. Y es precisamente este interés por los vírgenes lo que ha provocado que el precio en origen se haya posicionado ya en los 4,60/4,65€/kg, frente a los 4,55€/kg de un aceite lampante (cosecha anterior)