Olimerca.- En la línea de las últimas investigaciones que realiza el centro Ifapa Venta del Llano de Mengíbar, uno de los últimos trabajos se refiere a la determinación y control del contenido graso de la aceituna. Para ello, se han desarrollado unos modelos basados en el análisis GLCM (Matriz de Co-ocurrencia de niveles de gris) de la textura de una imagen digital de aceituna molida, tomada mediante un smartphone, que permiten predecir el contenido graso y la humedad de la misma.

Cuando la aceituna se tritura para extraer el aceite, la masa que origina presenta una textura mecánica característica y diferenciable visualmente, estando muy influenciada por los contenidos en agua y aceite. El análisis GLCM de las imágenes digitales de dicha masa molida puede dar información sobre las características de ésta.

Mediante el análisis de las imágenes adquiridas con un teléfono móvil se podrá extraer información de interés de la masa de aceituna, de forma rápida y no destructiva

Los actuales teléfonos móviles combinan la capacidad fotográfica con la de procesamiento para constituir un equipo de visión artificial fácilmente asequible y portátil, con lo que se puede convertir en una interesante herramienta de ayuda para el técnico de almazara a la hora de tomar decisiones rápidas, a pie de fábrica, sobre la regulación y optimización del proceso en base a las características del fruto a procesar.

Aprovechando esta tecnología, se han analizado imágenes de masa de aceituna en un amplio rango de valores de contenido graso y humedad, tomadas con un teléfono móvil en unas condiciones determinadas y fijas.

Estudio pionero
Se trata de un estudio pionero, ya que mediante el análisis de las imágenes adquiridas con un teléfono móvil se podrá extraer información de interés de la masa de aceituna, de forma rápida y no destructiva, como ayuda en la toma de decisiones de optimización del proceso de elaboración del aceite de oliva virgen.

El contenido en aceite y agua en la aceituna son parámetros fundamentales, tanto para el olivarero como para la almazara, ya que determinan, no solo el rendimiento de las partidas como base para establecer el precio de la cosecha, sino también la eficacia en la extracción del aceite en la almazara; es decir, el rendimiento industrial del proceso.

Estos parámetros requieren de un equipamiento de elevado coste y manejo por personal cualificado o de tiempo cuando se emplean métodos más tradicionales con los que los laboratorios necesitan, al menos, 24 horas para llevar a cabo las determinaciones, con gastos importantes de disolventes y energía.