Recogida de aceituna Oleoestepa

Olimerca.- Las necesitadas y ansiadas lluvias que tanto necesitaba nuestro país han llegado por fin a nuestros campos y olivares. Buenas noticias, si no fuera porque las perspectivas de lluvia para los próximos días están provocando una menor demanda y la posición vendedora se encuentra dividida en dos partes:

Por un lado, nos encontramos con las almazaras industriales que van soltando sus aceites en función de los agricultores que les piden cobrar la liquidación y que funciona a base de los rumores de futuras nuevas bajadas de precios; y por otra parte están las cooperativas y grandes grupos que son las que están intentando aguantar las posiciones actuales de precios, buscando la estabilidad del mercado.

En este contexto, nos encontramos además con que la próxima semana la previsión climatológica también apunta agua, por lo que es el momento de que los grandes tenedores de aceite no se dejen influenciar por corrientes negativas y especuladoras.
Hay mucho aceite por vender, pero también hay mucha necesidad de comprar por parte del exterior y no es el momento de ponerse nervioso y empezar a rebajar de nuevo los precios.

Hay que aguantar a que pase la Semana Santa, y entremos a ver la nueva floración del olivo para tomar decisiones de las que luego no tengamos que arrepentirnos. No podemos dejarnos influenciar por algunas bajadas que se pueden dar por parte de los industriales, y hay que ser cautelosos en la toma de decisiones. Una nueva relajación de precios no sería lógica, coherente ni recomendable.