Banderas España-EEUU

Olimerca.- No sé si todavía hay margen para la negociación entre la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos para que se reconsidere la aplicación de un arancel del 25% al aceite de oliva español envasado. En los próximos días tendremos la respuesta.

Pero si finalmente no hay marcha atrás, y con la mirada puesta en que estos aranceles siempre tienen fecha de aplicación, pero nunca fecha de finalización, hay una cuestión que sin duda algunos ya se habrán planteado: ¿qué va a pasar con las inversiones previstas para la promoción del aceite de oliva en Estados Unidos? Hablo de los proyectos auspiciados por la Unión Europea, por el gobierno de España e incluso por el propio sector.

Este asunto no es baladí, porque hablamos de muchos millones de euros, y que no sólo afecta al aceite de oliva o las aceitunas de mesa, hablamos del vino, del jamón y de decenas de productos que en los últimos tiempos han podido hacerse un hueco en el mercado de Estados Unidos gracias a estas campañas, y que ahora sin duda que beneficiarán ampliamente a otros competidores de países cercanos.

Si el propio sector decide que hay que seguir haciendo campañas de promoción, porque ya están asignados unos fondos para ello, y que se podrían perder si no se ejecutan los programas, muchos se preguntarán: ¿para qué unas acciones que sólo van a beneficiar a los grandes envasadores que cuentan con instalaciones en ese país?.
Sin duda que estos aranceles van a traer más consecuencias que la de una subida de costes para los empresarios y que sin duda tiene más valor: la pérdida de imagen de marca de aceites de oliva de España.