Desde UPA Andalucía indican que el mercado necesita y absorberá todo el aceite español.

Olimerca.- La organización UPA Andalucía ha analizado el contexto global del sector en la campaña actual, para la que se preveía buenas perspectivas productivas y de precio para el aceite de oliva en origen, en base al retraso del comienzo de la campaña, debido a una climatología inusual.

El atraso en la maduración del fruto, provocado por las temperaturas y lluvias atípicas, derivó en que el rendimiento graso de la aceituna se haya situado en torno a 2 ó 3 puntos por debajo de lo habitual. No obstante, la producción final de aceite de oliva ha resultado superior a lo estimado inicialmente. En parte, esto “se debe a la incorporación de nuevas explotaciones en intensivo que empiezan a producir y aún no figuran en los aforos”, destacan desde la organización agraria.

Desde la organización agraria son conscientes de que el mercado necesita y absorberá todo el aceite español, e insisten a los agricultores en que no se precipiten en vender, manteniéndose firmes para obtener unos precios razonables. Señalan que “los productores están manteniendo esta postura, pero también es entendible que no puedan aguantar demasiado tiempo. Además, tampoco se puede augurar si otras circunstancias globales puedan ser negativas en el futuro para la comercialización del aceite”.

En base a esta situación y de cara a la próxima reunión del Consejo Andaluz del Olivar el próximo día 15 de marzo, UPA Andalucía hace una serie de propuestas para mejorar la situación en el futuro:

  • UPA considera que es necesario incluir una legislación clara que prohíba la venta a pérdidas. La actual regulación es totalmente insuficiente, arbitraria y confusa. En general, es necesario impedir y sancionar aquellas prácticas que destruyan el valor de un producto a lo largo de la cadena.
  • La técnica de venta comercial desleal solo contribuye a la banalización y devaluación de un producto sano y de calidad, que tanto esfuerzo económico y laboral supone para los productores. Por tanto, es preciso que la Ley de cadena alimentaria prohíba esta práctica y sancione a quien la lleve a cabo.
  • El sector sigue estando muy atomizado y con intereses diferentes a la hora de comercializar el producto en origen. Por tanto, hace falta trabajar por una mayor unidad y concentración de la oferta por parte del sector productor, de forma que tenga peso y capacidad a la hora de fijar unos precios mínimos.
  • Es precisa la aprobación de medidas legislativas, tales como: la obligación de que medien contratos tipo entre los productores y la industria, que permitan fijar precios mínimos en base a los datos actualizados del observatorio de precios. Que, en el marco de las organizaciones interprofesionales, donde se representan los intereses de todas las partes, puedan negociar las condiciones mínimas y precios que deberían recoger los contratos de compraventa.
  • Que la Unión Europea permita la autorregulación del sector a través de una extensión de norma. De esta manera, el sector tendría autorización para aplicar aquellas medidas que considere pertinentes para lograr su estabilidad dentro de los mercados, como realizar retiradas de producción con almacenamiento en el Patrimonio Comunal Olivarero.


Desde la organización agraria destacan que si no se vislumbran cambios a corto plazo, UPA no descarta emprender movilizaciones de protesta, para exigir a las administraciones competentes medidas específicas de apoyo y estabilización de un sector tan trascendental para Andalucía.