Olimerca.- La Gestión Integrada de Plagas (GIP), la presentación de la Guía de Gestión Integrada de Plagas del Olivar, las aplicaciones informáticas (TIC) y el control inteligente de malas hierbas, han sido los principales temas que se han analizado ayer en el 13º Symposium de Sanidad Vegetal que ha congregado en Sevilla a más de 900 profesionales de la sanidad vegetal.

Carlos Romero Cuadrado, consejero técnico de la Dirección General de Sanidad e Higiene Vegetal del Ministerio de Agricultura, ha explicado que “la obligación de la puesta en marcha de la Gestión Integrada de Plagas a nivel comunitario supone una auténtica revolución en el manejo de la sanidad vegetal en la UE”. Una de las principales medidas incluidas en el Plan de Acción Nacional es la elaboración de las guías de cultivo para la correcta implementación de la GIP.

Romero ha explicado que “desde la entrada en vigor de las obligaciones en Gestión Integradas de Plagas el 1 de enero de 2014 las distintas administraciones competentes trabajan contra reloj en la puesta en marcha de las nuevas normativas”. En este marco se han presentado como novedad las Guías de Gestión Integrada de Plagas de Olivar, Cereales, Parques y Jardines, Frutales de Hueso, Uva de Vinificación y Cítricos; 6 de las 41 guías previstas.
Manuel José Ruiz, Responsable del Departamento de Entomología, Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén, ha expuesto la Guía de Gestión Integrada de Plagas GIP del Olivar, creada por un Grupo de Expertos en esta materia, de diferentes Comunidades Autónomas y el Magrama.

A su juicio, la Guía GIP del Olivar plantea un reto formidable en un cultivo dominado por una excesiva parcelación, la falta de profesionalización y el empleo del calendario de tratamientos. Consideran que este documento dará pie a una transformación real del cultivo, aunque deberán superarse importantes obstáculos como la falta de conocimientos fitosanitarios por parte de los agricultores, el fuerte peso de la costumbre de tratar según calendario, entre otros.

Para superar estos obstáculos será necesario un coordinado esfuerzo por parte de las Administraciones Autónicas y las organizaciones agrarias para llevar a cabo programas de formación e información a agricultores.