Olimerca.- Unión Europea debe prever medidas de apoyo al sector agroalimentario porque, con independencia de los planes de contingencia, la ruptura del comercio con el mercado británico podría superar todas las previsiones. Así lo han señalado desde Cooperativas Agro-alimentarias de España, ante el “escaso avance” en la negociación entre Reino Unido y la Unión Europea, tras la última de las cuatro rondas celebrada la primera semana de junio.

Señalan que la CE quiere tener un acuerdo antes del 31 de octubre para su ratificación el 1 de enero de 2021, para lo que restan apenas cuatro meses y aumenta el riesgo de un No acuerdo.
Ello dejaría en una situación muy negativa a ambas partes, ya que afecta no sólo a los ciudadanos y las empresas, sino a políticas tan importantes como cooperación, exterior o judicial, y provocará una gran disrupción en el comercio tras 40 años de adhesión a la UE.

Para Cooperativas Agro-alimentarias de España existe un riesgo real de no alcanzar un acuerdo. La aplicación de aranceles, cuotas, controles, diferentes normas sanitarias y fitosanitarias etc., puede ser una realidad en breve, indican, con un impacto importante en las exportaciones agroalimentarias españolas hacia uno de sus principales mercados, lo que supondría un nuevo varapalo para algunos sectores afectados por el Covid-19.

Reino Unido ha comunicado oficialmente su decisión de no solicitar la extensión del periodo transitorio.

Reino Unido no acepta la propuesta de la UE de establecer 0 cuotas y 0 tarifas para el tránsito de bienes, y, hasta ahora, una convergencia en normas medioambientales, sociales, ayudas de estado y competencia llamado Level Playing Field, que establece una competencia leal entre ambas partes.

Según Cooperativas, esta propuesta es la más ambiciosa tras el estatus de Estado miembro, y similar a la situación de Noruega, pero rechazada por Reino Unido, que propone un acuerdo comercial tipo CETA, con consecuencias negativas en el comercio actual, en especial para el sector agroalimentario.

Tres fases en el control de mercancías
Reino Unido ha informado que a partir del 1 de enero de 2021 establecerá tres fases en el control de mercancías que lleguen desde la UE, retrasando unos meses la adopción completa de controles a todos los productos importados.

  1. Primera fase, de enero a marzo, el control será suave, a excepción de algunos productos de riesgo como alcohol y tabaco.
  2. Segunda fase, de abril a julio, habrá controles a todos los productos de origen animal (carne, huevos, miel, productos lácteos, productos que deben tener una pre-notificación de las autoridades).
  3. Tercera fase, desde julio todos los productos estarán sujetos a controles de declaración de aduanas y aranceles en el punto de importación, lo cual dependerá del acuerdo final, si se alcanzase.

El Reino Unido también ha anunciado su nuevo Régimen Arancelario post-Brexit que entrará en vigor el 1 de enero de 2021 en caso de No acuerdo, con aranceles importantes a las principales exportaciones españolas como vino, aceite oliva, frutas y hortalizas y productos cárnicos.

Acelerar la negociación
En una videoconferencia celebrada entre la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Layen, el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el primer ministro británico Boris Johnson se ha decidido acelerar las negociaciones con reuniones físicas cada semana con el compromiso de ambas partes de alcanzar un acuerdo. Incluso a pesar de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido, las relaciones comerciales cambiarán por la existencia de una frontera nueva que implicará mayores costes logísticos y burocráticos.

El Reino Unido es uno de los principales mercados para los productos agroalimentarios españoles, representa el 11% de nuestro comercio con la UE. En algunos productos este mercado es especialmente importante, como es en el caso del aceite de oliva y las aceitunas de mesa, en los que España es el primer proveedor. Pero, según Cooperativas, más allá de las afectaciones directas, existe un riesgo grave de disrupción del mercado interior porque las exportaciones del resto de países de la UE que no se destinen al Reino Unido acabarían en el mercado único afectando a todos los países.