Olimerca.- El año 2019 no ha sido bueno para el cooperativismo andaluz. La crisis de rentabilidad que vive el sector agrario ha hecho que las cooperativas de la región pierdan un 7% de su facturación global, hasta los 8.770 millones de euros. Y si nos centramos en el sector oleícola, la pérdida de la facturación conjunta de aceite de oliva y aceituna se eleva hasta el 18%, pasando de los más de 3.900 millones de euros a poco más de 3.200.

Así lo ha dado a conocer Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía en su Asamblea General celebrada en la sede de Dcoop, en Antequera (Málaga), con una representación reducida de cooperativas debido a la pandemia generada por el Covid-19.

Las cooperativas asociadas mantienen su actividad con tan solo una baja, hasta las 659; siguen sumando socios, superando los 291.000, manteniendo el empleo y la economía 

El encuentro ha contado con las intervenciones virtuales de la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco Eguren, quien ha inaugurado la sesión, y con la de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo Díaz, en la clausura. Asimismo, Agricultura ha estado representada por la directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria, Cristina de Toro Navero, quien ha participado en el acto de cierre.

La crisis de rentabilidad del campo en estos momentos ha sido, por tanto, uno de los ejes del discurso del presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Juan Rafael Leal Rubio, quien ha respaldado los movimientos reivindicativos que se iniciaron en mayo de 2019 en el aceite, extendiéndose posteriormente a las frutas y hortalizas y contagiándose al resto de provincias, regiones y sectores, ya en 2020, hasta que el coronavirus lo paralizó todo.

“Como causas se juntan un buen número”, ha subrayado: producciones históricas y excedentarias, barreras comerciales, aranceles, competencia desleal, falta de promoción nacional e internacional, agotamiento de modelos productivos, ausencia de mecanismos de autorregulación, etcétera. “Sin embargo, tenemos que ser positivos y no caer en la lamentación; las cooperativas seguimos fuertes y de las crisis surgen las grandes oportunidades”.

Comportamiento ejemplar
Por otra parte, Juan Rafael Leal Rubio ha dicho sentirse orgulloso del sector en su conjunto y, en especial, de las cooperativas: “Hemos tenido un comportamiento ejemplar; hemos actuado con la mayor de las responsabilidades y la solidaridad; hemos aparcado nuestras necesidades personales y como colectivo para centrarnos en satisfacer las de la sociedad”. “Esta crisis nos ha puesto en valor frente a la sociedad”, ha añadido, animando a todos a aprovechar la coyuntura para avanzar como productores, empresas y como organización.

“Lo hemos dicho en la Subcomisión de Reactivación Económica que estas semanas de atrás tenía lugar en el Parlamento de Andalucía y lo vuelvo a repetir aquí. Las cooperativas somos la palanca para la reactivación económica de esta comunidad autónoma y las políticas que se adopten no pueden ni deben entenderse sin contar con las cooperativas agroalimentarias, máxime tras la pandemia vivida”.

Y es que, a pesar de la crisis de rentabilidad generalizada en el campo, las cooperativas asociadas mantienen su actividad con tan solo una baja, hasta las 659; siguen sumando socios, superando los 291.000, y aunque han perdido un 7% de facturación, hasta los 8.770 millones, continúan manteniendo el empleo y la economía del medio rural andaluz.