Olimerca.- “La confirmación de otro mandato de cuatro años por parte del director ejecutivo, el tunecino Abdellatif Ghedira, al frente del Consejo Oleícola Internacional (COI) representa una gran oportunidad perdida para Italia”. Así lo asegura David Granieri, presidente del Consorcio Italiano del Aceite de Oliva, Unaprol.

Afirma que “el director ejecutivo es elegido de manera rotatoria entre los distintos países miembros y esta vez Italia debería haber sido recompensada”. Considera que “con la confirmación de Jaime Lillo como director adjunto, se consolida el eje árabe-español, lo que supone una derrota diplomática para nuestro país”.

Desde su punto de vista “no se ha tenido en cuenta a Italia, a pesar de que es uno de los países fundadores del COI, así como un pilar en el cultivo mundial de olivar en términos de historia, tradición, producción y consumo” y añade que “la pérdida de la participación de uno de los países fundadores haría desaparecer la existencia del COI”.

En este sentido, Granieri alerta de que “las repercusiones de esta elección podrían ser muy serias dado que en los últimos años, varias veces, se han hecho intentos por debilitar la prueba de panel, una herramienta fundamental para garantizar la transparencia y proteger la calidad objetiva”. Ante ello lanza la pregunta “¿cuál debería ser el principal objetivo de la COI?” y responde “garantizar la salud de los consumidores”.