Olimerca.-  El sector exportador de aceite de oliva español se enfrenta esta campaña a importantes retos para el futuro de nuestro oro líquido en el exterior.

Tras muchos años de importantes esfuerzos en promoción y de inversión en los mercados exteriores para hacer marca España en el aceite de oliva, y que nos ha generado importantes éxitos en mercados como Estados Unidos, donde hemos conseguido ocupar el liderazgo, nuestros operadores se enfrentan ahora a dos retos: contar con disponibilidad de aceite de oliva para exportar esta campaña y aguantar lo máximo que se pueda la subida de precios en origen.

En declaraciones de Rafael Pico, director de la Asociación de Exportadores de Aceite de Oliva, Asoliva, a Olimerca, “Las salidas ya se han visto que están aflojando todos los meses, pero todavía vamos a tener que sufrirlas consecuencias de la escasa disponibilidad del producto y sobre todo de la evolución de los precios”.

Ante una cosecha, todavía por confirmar, que la administración estima en las 800.000 toneladas, las empresas exportadoras tendrán que salir al mercado exterior a importar en torno a las 200.000 toneladas para al menos cubrir en parte las necesidades de los principales países compradores. Para Pico, "se trata de no perder cuota de mercado en el exterior, que tanto nos ha costado alcanzar". Y en este contexto, sin duda que serán los aceites de oliva a granel los que van a sufrir más los recortes de ventas; mientras que las marcas es probable que a pesar del aumento de los precios se podrán defender gracias a la buena imagen de calidad del aceite de oliva y producto saludable en el exterior.

A la hora de hablar de un hipotético balance final de las exportaciones de cara a septiembre de este año, Pico considera que las salidas al exterior se podrían situar en el entorno de las 800.000 toneladas, frente a 1.300.000 de la pasada campaña.