Olimerca.- Más del 40% de las explotaciones de olivar pertenecientes a la Denominación de Origen Protegida Estepa cuentan ya con cubiertas vegetales como medida práctica para el control de la erosión, pero gracias a un proyecto, en el que colabora con el Instituto de Agricultura Sostenible y la Universidad de Córdoba, espera que, de aquí a cinco años, esa cifra se duplique y al menos el 80% del olivar perteneciente a esta DOP practique una agricultura más conservativa, responsable y respetuosa.

La erosión y la pérdida de material fértil son dos de los problemas más graves a los que se enfrenta la agricultura mediterránea en la actualidad, y por ello, el Consejo Regulador de la DOP Estepa ha decidido continuar y promover acciones encaminadas a mejorar las prácticas, en pos de la rentabilidad y la sostenibilidad de las explotaciones olivareras de su territorio.

El proyecto incluye, además, la incorporación de un sistema de monitorización del riesgo de erosión

El proyecto
Este proceso hacia un olivar sostenible se encuentra actualmente en sus primeras fases y con él la DOP Estepa quiere demostrar, a través de diferentes ensayos, la efectividad del uso de cubiertas vegetales en el control de la erosión. Por ello, se está aplicando en aquellas parcelas de olivar que tienen suelos muy degradados y con presencia de animales como, por ejemplo, conejos.
El proyecto incluye, además, la incorporación de un sistema de monitorización del riesgo de erosión (a escala de explotación y para todo el territorio de la DOP Estepa), así como ensayos para el control y la mejora de grandes cárcavas.

Cada día los consumidores están más concienciados con el medioambiente y exigen que los productos sigan unos procesos de elaboración sostenibles y manteniendo la máxima calidad. En este sentido, la DOP facilitará a sus asociados todos los estudios teóricos y resultados prácticos que se vayan obteniendo durante el proceso, para continuar con su labor formativa y volcada en la producción del mejor aceite de oliva virgen extra.