Olimerca.- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado que Italia no tomó las medidas necesarias para detener la propagación de la Xylella fastidiosa que acabó con miles de olivos en el país, incumpliendo así las medias establecidas para ello. Según la sentencia, Italia no eliminó inmediatamente todas las plantas infectadas en las zonas donde debía actuar y no llevó a cabo inspecciones anuales de vigilancia en el área de contención.

Ello provocó daños valorados en 1.200 millones de euros y graves efectos medioambientales, según Coldiretti, que añade que, bajo acusación, también están las responsabilidades de la CE relacionadas con el sistema de control de la Unión Europea, que han permitido el paso del material vegetal infectado desde la costa a Salento provocando la destrucción de miles de olivos en la región de Puglia.

Añaden desde Coldiretti que desde el otoño de 2013, la fecha en que se determinó la presencia de la bacteria en una parcela de olivos en Gallipoli, la enfermedad se ha extendido sin que se aplique una estrategia efectiva para detener la infección que, después de secar los olivos de Lecce, también afectó el patrimonio oleícola de Brindisi y Taranto, llegando peligrosamente a la provincia de Bari.

“Necesitamos una estrategia compartida entre los organismos regionales, nacionales y de la UE para detener la enfermedad y restablecer la esperanza de futuro en los territorios que han perdido todo su patrimonio de olivos y paisajes", enfatiza Ettore Prandini, de Coldiretti, al subrayar que debido al cambio climático y la globalización, se multiplica la llegada de material vegetal infectado. En este sentido, apunta que es necesario un cambio de ritmo en las medidas de prevención e intervención tanto a nivel comunitario como nacional.