Olimerca.- “Una nueva modernización del regadío valenciano basada en la digitalización y las nuevas tecnologías (Digital Riego)” es el título de un nuevo proyecto que busca desarrollar un modelo de programación, integrado en sistemas de soporte a la decisión, que determine las estrategias de riego en función del estado hídrico y necesidad de la planta, contribuyendo a optimizar y mejorar la eficiencia del recurso hídrico.

Coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CSIC-CIDE) en él también participan investigadores del Grupo de Redes Hidráulicas y Sistemas a Presión (REDHISP) del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente), AINIA, ASDRON Spain, IVIA (Institut Valencià d’ Investigacions Agràries) y ANECOOP.

El ámbito de actuación del proyecto se centra en los principales cultivos de regadío, por extensión, de la Comunidad Valenciana, entre ellos, el olivar, con 17.820 hectáreas de regadío

El estudio, financiado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y que cuenta con una duración de 36 meses, parte de la realidad de que el impacto del cambio climático amenaza la producción mundial de alimentos al limitar la cantidad y la calidad del agua utilizada en la agricultura de regadío, especialmente en regiones áridas y semiáridas como el Mediterráneo.

El ámbito de actuación del proyecto se centra en los principales cultivos de regadío, por extensión, de la Comunidad Valenciana, entre ellos, el olivar, con 17.820 hectáreas de regadío.

Objetivos del proyecto
El proyecto buscará diseñar un modelo de programación del riego que determine estrategias eficientes en función de la disponibilidad del agua de cada usuario, es decir, “adaptar la programación a las particularidades de cada parcela”, explican desde el consorcio del proyecto.

El modelo resultante debe aplicarse a distintas estrategias de riego, tanto óptimas como deficitarias, calculando la dosis de riego en función de previsiones meteorológicas a corto plazo, la evaporación del suelo y la transpiración de los cultivos. 

“En la actualidad no existen sistemas integrales de ayuda a la toma de decisión sobre riego en parcela que permita ajustar los requisitos de riego en función del estado real del cultivo, la disponibilidad de agua en el suelo, las predicciones climáticas y los objetivos de producción, teniendo en cuenta la homogeneidad de la explotación”, indican los investigadores.

Además, el proyecto dedicará especial interés a evaluar y mejorar el impacto medioambiental que la actividad asociada de los cultivos analizados en el estudio.
“El modelo permitirá calcular la evapotranspiración real del cultivo y realizar un balance que ayude a conocer su huella hídrica, de cara a desarrollar sellos de sostenibilidad”, concluyen desde Digital Riego.