Olimerca.- Una operación de los Carabinieri del Nas de Florencia y coordinada por la fiscalía de la capital toscana ha desarticulado una red que comercializaba aceite de oliva virgen extra cuando en realidad parece ser se trataba de aceite de soja  con clorofila y betacaroteno.

Según señalan medios italianos, se han interceptado alrededor de 50.000 litros de este aceite en las zonas de la Toscana y Puglia.

Marco Neri, presidente de la Confagricoltura Toscana, ha comentado que “la competencia desleal y las estafas son una carga adicional que no pueden soportar los que trabajan respetando las normas". Pero reconoce que la labor policial en este caso “nos da confianza y nos impulsa a trabajar con un compromiso aún mayor". Añade, “estamos muy satisfechos con la atención que la policía y el poder judicial dedican al comercio de aceite de oliva en vísperas de la nueva cosecha para la cual las previsiones son este año muy halagüeñas".

Desde Coldiretti, han expresado también su agradecimiento por el descubrimiento por parte de Nas de Florencia y han señalado que “es necesario proceder lo antes posible a la reforma de la Ley de delitos en el sector agroalimentario”. Se trata de un daño grave para los consumidores y productores, añaden desde la organización italiana, en un momento en el que está a punto de comenzar la nueva cosecha con una producción nacional de aceite de oliva virgen extra que se prevé que aumente el 80% hasta superar los 315 millones de kilos, tras la desastrosa campaña del año pasado.

Indican desde Coldiretti que los fraudes no solo engañan a los ciudadanos sino que hacen que los precios de los productos de calidad se colapsen en una situación ya difícil debido a la competencia desleal de las importaciones del exterior, así como la emergencia de Xylella que ha diezmado los olivos de Salento en Puglia, donde se produce la mitad del aceite de oliva virgen extra italiano.

Por su parte, Simone Ciampoli, directora de Coldiretti Florencia señala que “mezclar el aceite de soja con clorofila y betacaroteno y venderlo como aceite de oliva virgen extra es como convertir el agua en vino, no es un milagro, es un fraude contra los consumidores y los productores agrícolas”.