Olimerca.- Alrededor 1.200 olivos centenarios de la variedad Tsunati, de 12 metros de altura y cultivados a 650 metros de altitud en la isla de Creta son la fuente del AOVE que produce la almazara Pamako, propiedad de Eftihis Androulakis y su socio Michalis Marakas, que trabajan duramente para obtener un aceite de oliva virgen extra con aromas que van desde tonos más verdes de alcachofa y tonos rojos más maduros de tomate.

A pesar de que su producción no es muy elevada, consiguen unas 50 toneladas, de las que solo cinco son aceite de oliva premium con características fenólicas muy elevadas que le han valido una declaración de propiedades saludables desde 2013.

El trabajo que les exige es duro y hacen todo lo posible para experimentar con métodos de prensado de aceitunas para lograr la máxima expresión del terruño en Chania, Creta, así como obtener la certificación como complemento alimenticio en Bélgica, lo que conlleva a que se pueda vender en farmacias.

Los frutos de los árboles monumentales maduran por etapas y se recogen en diferentes momentos, lo que le da carácter al aceite de oliva virgen extra

El tamaño monumental de los árboles hace necesario que hasta cinco personas deban trabajar juntas para cosechar aceitunas, “'no hay carreteras en la finca, por lo que para acercarnos a los árboles debemos abrirnos paso por las laderas de la montaña y luego subir a los olivos, explica Androulakis. De este modo, añade que “para recoger la fruta con seguridad, nos sujetamos al tronco porque las laderas están expuestas a fuertes vientos que soplan desde la costa”.

Uno de los secretos del aceite de oliva de Pamako es que los frutos de los árboles monumentales maduran por etapas y se recogen en diferentes momentos, lo que le da carácter al aceite de oliva “una de las razones por las que creo que el aceite de oliva tiene carácter se debe a la vejez de los árboles. Por eso tengo mucho cuidado de no cambiar el equilibrio natural de estos olivos centenarios y de evitar la poda e interferir con la estructura del árbol”, explica. Androulakis.

Como señalamos anteriormente, este AOVE ha obtenido la certificación como complemento alimenticio en Bélgica, de modo que puede recetarse y estar disponible en farmacias del país. "Desde 2019, nuestro aceite de oliva fue recetado por 400 médicos para nuestro producto, lo que abre una puerta para que otros aceites de oliva también busquen clasificarse como suplemento dietético", dijo Androulakis.

Además, afirma que pronto se registrarán certificaciones similares en otros países, incluidos Francia y Luxemburgo. “Para ser certificado como un suplemento dietético, el aceite de oliva debe cumplir con estándares más estrictos y tener niveles cinco veces mayores de fenoles totales, pero también niveles mucho más altos de fenoles específicos y al final de su vida útil no debe reducirse mucho más del doble de su fenólicos requeridos por el reclamo”, explica el responsable de Pamako.