Yacimiento El Palao-Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón.

Olimerca.- La producción de aceite de oliva se remonta al siglo I antes de Cristo (a.C.) en la provincia de Teruel. Así lo han comprobado investigadores que trabajan en el yacimiento El Palao, ubicado a cinco kilómetros al sur de Alcañiz, en el Bajo Aragón, que han descubierto un tipo de estructuras que pueden asociarse a la producción de algún producto agroalimentario líquido, probablemente aceite, a partir de un momento temprano, que datan en el siglo I a.C.

Los investigadores han hallado bases circulares de mampuestos, entalladuras y cubetas excavadas en el suelo de roca y enlucidas con cal o yeso, alguna de ellas dobles, junto con regaifas o pies de prensa de piedra que, en conjunto, debieron formar parte posiblemente de prensas de aceite de de cabrestante o de viga, según señalan desde el Ayuntamiento de Alcañiz.

Una de las dependencias excavadas y consolidadas en las últimas semanas, en la zona 7 del yacimiento, presenta unas dimensiones de 18 metros de longitud por tres de anchura y conserva en su parte central un gran pie de prensa y en su extremo occidental una acumulación de mampuestos que podría indicar la base de un molino oleario.

En la parte superior del asentamiento, en la zona 5, se han documentado restos de hasta cuatro posibles prensas de aceite de tipo catoniano o de cabrestante, alguna de ellas utilizada en una fase anterior a la construcción de una gran vivienda de planta itálica de patio central cuyo abandono se sitúa en torno al año 70 después de Cristo.

A ello se añade el hallazgo de un característico tipo de habitaciones de planta rectangular con el suelo totalmente pavimentado con cal o yeso que presentan pequeños bancos corridos perimetrales y centrales y un receptáculo de líquidos en su parte más baja, dependencias que podrían haber sido utilizadas como almacenes de grandes vasijas de cerámica o recipientes de otros materiales.

Según las investigaciones, las características de estas habitaciones son "absolutamente coincidentes" con antiguas bodegas de aceite, todavía conservadas en algunas localidades de Aragón, lo que constituye un "insólito ejemplo" de perduración cultural para un singular tipo de estructuras relacionadas con una actividad agropecuaria, la del cultivo del olivo y la producción de aceite, que han sido básicas en la economía de este territorio en los últimos siglos.