Olimerca.- Algo parece que se está moviendo en el mundo industrial envasador del aceite de oliva.
Como dice el refrán, y como también han apuntado algunos directores de grandes firmas envasadoras industriales, en momentos donde los precios y la caída del consumo lastran los balances toca: “renovarse o morir” .

Y es en este punto de renovación donde parece que se está produciendo un cambio significativo en la estrategia comercial. Podemos afirmar que se está evaluando la implantación de una dualidad en las líneas de negocio que, bien enfocadas pueden ser un avance en la renovación y el posicionamiento empresarial.

Las conocidas líneas de ventas de aceites envasados pensando sobre todo en los volúmenes, bien con marca propia o MDD, han dado paso hace algunos años a una nueva apuesta por los aceites de oliva virgen y virgen extra con la máxima calidad y de presentación, en busca del consumidor gourmet y deseoso de proteger su salud y mejorar su alimentación.

Pero ahora se está produciendo un nuevo salto que en breve podría extenderse entre los grandes industriales envasadores. Hablamos de apostar por los aceites con calidad diferenciada, con sellos de calidad que den más valor al producto final y al portfolio de marcas tradicional.

Podemos afirmar que algunos grandes industriales ya están rompiendo moldes, trabajando con dos líneas de negocio, (volúmenes+precio y máxima calidad diferenciada) que no sólo no son competencia, sino que se complementan y que abre la puerta a un mayor desarrollo del negocio del aceite de oliva y por ende del consumo final.

Hablamos de una dualidad en el negocio de los aceites de oliva que sin duda puede ser muy positiva dado que se diversificará el negocio en dos campos:
A) Gran consumo: Alta calidad, grandes volúmenes, precio competitivo, estable y continuado para un consumidor habitual
B) Premium: Aceites de máxima calidad, presentaciones especiales, calidad diferenciada y garantizada, sellos de calidad, DOP.